A la mañana siguiente Alex estaba ansiosa y muy nerviosa porque iría al médico, tener un bebé no estaba en sus planes de vida, y no sabía exactamente cómo reaccionaría Nathe cuando se enterase, después de todo ya tenía una hija. Pero a los pocos segundos decidió dejar de lado todo eso y concentrarse únicamente en lo que sucedería en unas cuantas horas. Su padre ya se había marchado y Caroline seguía dormida, Liam se había quedado dormido y no querían molestarlo, después de todo lo llevarían al convento a medio día.
—¿Estás nerviosa hija?
La voz de su madre la obliga a regresar a la realidad.
—Un poco, siento que si estoy embaraza