[SEBASTIEN]
Al día siguiente: 23 de junio
—¡Papi!— Exclama mi hija al verme entrar a la casa y se echa a correr hacia mí para prácticamente colgarse de mí en un abrazo.
—¡Mi niña! Como te he echado de menos. — Le digo sosteniéndola en el aire con sus piernas enredadas en mí y la abrazo con más fuerza.
—Y yo a ti.— Dice feliz y comienza a llenarme de besos en la cara haciéndome reír.
—¿Qué es lo que me pedirás?— Pregunto sospechando de su actitud tan cariñosa y ella ríe.
—¿Cómo sabes que quiero pedirte algo?— Cuestiona sorprendida mientras que de a poco sus pies vuelven a tocar el suelo.
—Solo lo sé. — Respondo entre risas y acomodo su largo cabello prácticamente rubio que se ha deso