Punto de vista de Liah
Continúo caminando detrás de los guardias con los latidos de mi corazón más fuertes que nunca, hasta que finalmente llego a otro salón en el que se encuentran Bruno y Mateo.
De un momento a otro, he pasado de estar en modo zombi a la dicha extrema, por lo que me abalanzo hacia Bruno y lo abrazo tan fuerte, que siento que le voy a romper los huesos.
–Mi amor, que alegría que estés aquí –comento entre lágrimas.
–He venido sacarte –responde Bruno y yo lo miro confundida.
–¿De verdad? ¿me estás hablando en serio?
–Así es. No fue fácil, pero encontramos evidencia de sobra que demuestra tu inocencia. Así que ya mismo te vas a casa y por favor, trata de no meterte más en problemas –dice Mateo y yo no lo puedo creer.
Estoy shock… por un momento creí que esto no sería posible, pero tal parece que Bruno ha movido cielo y tierra para sacarme de aquí, ¡por Dios! ¿cómo no voy a amar a este hombre?
–Estás temblando, dime ¿estás bien? ¿te hicieron algo? –pregunta Bruno con pre