Algo que nunca me ha gustado, es que hable desde el privilegio. Cuando antes estaba en Estados Unidos, después de no encontrar una escuela para Klaus, terminé en un colegio de paga privado, muchas mamás se quejaban de todo el tiempo que pasaban con sus hijos, deseaban que fuera menos, es algo que nunca entendí.

Yo siempre he deseado que el día tuviera mas horas, para que me alcanzara, porque después de dos trabajas llegaba a casa con Klaus durmiendo y me iba antes de que el despertara.

Conduzco con cuidado sobre el nevado panorama que tenemos hoy. Klaus se ve bien, viene sentado en la parte de atrás. James se tuvo que ir muy temprano, dijo que tenía demasiados asuntos pendientes.

— ¿Si entendiste toda tu tarea, Klaus? —le pregunto— ya vamos a llegar.

— Si, mi papá es inteligente, como tú. ¿Por eso se enamoraron?

Le sonrío— Puede ser, para enamorarte no puedes mandar a tu corazón. Es algo que llega sin previo aviso.

— ¿Sin avisar? Debe ser malo enamorarse entonces

— ¿Por qué lo dices?