-Me imagino que has vivido una vida muy dura-dijo él al mismo tiempo que servía otra copa de vino.
-He sido muy valiente, sabes.
-Eres una buena hermana-Mis vellos se erizaron.
Tomamos como dos viejos amigos, no sé si esto sea bueno, pero vamos muy rápido.
Me eché a reír y él dejó de hablar.
-¿Por qué ríes?.
-No, solo me acordaba de un viejo chiste-Mentí.
-Eso suena bien, a ver cuéntame el chiste
-Esta bien. El día de las madres un borracho mira un letrero que decía:
«Se vende madre sin sentimiento».
El borracho entra y dice:- ¿Cómo así que venden madres sin sentimiento? A lo que le responden: – no señor, aquí vendemos «madera sin cemento»
-¿Ese es el chiste?-su rostro no expresó ni una sonrisa. Mientras yo moría a carcajadas.
-Si, ¿No te gusto?.
-No me gustó, me encantó-De inmediato empezó a reír sin parar.
Mientras reíamos él me miró. Su mirada era penetrante.
-Me haces reír mucho-Soltó un suspiro.
-Bueno, ese es apenas el cinco por ciento de mi lado humorista, en realidad soy muy b