Mark se acercó y le dio un beso en la mejilla antes de saludarla.
—Hola Ali ¿cómo estás? —Si no morí cuando me beso, moriré por la forma sexi y ronca con que me hablo
— Hola Mark ¿qué haces aquí? — no sabía que pensar, ni que decirle
—Vine a que tomáramos el café que te ofrecí ayer ¿Qué te parece? —me dio un guiño
—Yo no acepte—calma Alicia, es solo un café ¿que podría pasar? me dice mi subconsciente.
— Vamos Ali, yo no muerdo— Me dio una sonrisa pícara y sus ojos tenía una chispa jocosa- todavía. Claro que si tú quieres yo podría...
—Tu podrías nada —lo interrumpí –está bien. Vamos por ese café
—Perfecto. Vamos—Me dijo un Mark más risueño y eso no me pasó desapercibido, este me abrió puerta del coche para que subiera, luego tomo el asiento del conductor y se incorporó al tráfico.
Iban en un silencio cómodo, ahora que iban a estar solos podría hablar con Mark mientras tomaban café, nose conocían lo suficient