Me levanté hace poco menos de media hora, fui a la sala y me encontré con don Braudilio solo pude decirle buenos días, los niños están con Jared.
Preparé desayuno para todos y nos sentamos a comer.
— ¿Cuántos días más van a durar aquí? — pregunta don Braudilio.
— Dos o tres más, tenemos responsabilidades que nos esperan— le responde Jared.
— Nos gustaría durar más aquí, pero lamentablemente nos podremos hacerlo — también le respondo.
— Me gustaría que duren más tiempo, pero tienen cosas qué hacer y los entiendo — nos dice don Braudilio.
— Abuelo, vendré lo más seguido que pueda, no te preocupes. Me agradó volver a estar aquí, me sentí como en casa otra vez — es lo que comenta Jared para tratar de que su abuelo no se ponga melancólico.
— Yo quiero estar con mi abuelo— dice Gared.
— Y yo también — Jana corrobora con él. Y don Braudilio se pone muy feliz al escucharlos decir eso, sé