- Que está pasando doctor? ... a que se debe tanto misterio?... tiene que ver con lo que mi bisabuelo estaba investigando?...- preguntó confundida Elizabeth. 

El doctor Poe la miró con curiosidad. 

- Que estaba investigando el Conde Real?...- preguntó con interés el doctor. 

- Bueno... algo sobre seres inmortales ... vampiros...- dijo Elizabeth tranquilamente. 

El doctor Poe se puso nervioso. 

- Y que estaba investigando específicamente?...- preguntó el doctor Poe. 

- La verdad no entendí mucho, pero Dan me explico un poco de que se trata y lo que más me llamó la atención es que para poder vivir necesita sangre humana, eso es cierto?...- preguntó confundida Elizabeth. 

El doctor se rascó la cabeza, no sabía cómo salir del tema, para  él todavía no era el momento de revelar la verdadera identidad de Benoit Miroslav. 

- Cómo  le dije ... pronto recibirá todas las respuestas a sus preguntas... no único que le pido que se mantenga alejada lo más posible de Benoit Miroslav... él es un hombre muy extraño...por favor señorita Real...- le suplicó el doctor. 

Elizabeth suspiro profundamente. 

- No es necesario que me lo dija , ese hombre me da escalofríos...- dijo Elizabeth nerviosa. 

- Me parece bien... ahora si me permite...me retiro señorita Elizabeth...- dijo mientras le daba una reverencia a la muchacha. 

Elizabeth quedó pensativa por la conversación con el doctor, Igor el mayordomo se acercó a ella. 

- Mi lady... disculpe que la moleste... pero Jhon no ha aparecido, usted puede pedir ayuda a la policía? Es muy extraño que él no aparezca, a Jhon le agradaba su trabajo... no sé iría así por así...- le suplicó el mayordomo. 

Elizabeth lo escuchó atentamente. 

- Uf!! Que está pasando en San Juan de la Luz? Desde aqui a esta parte las desapariciónes han ido en aumento... pero haré la denuncia al comisario...- dijo preocupada Elizabeth. 

- Gracias mi lady... realmente le agradezco, los empleados están nerviosos...- dijo angustiado Igor. 

Elizabeth le dió una sonrisa cordial. 

En el bosque Benoit Miroslav buscaba alguna pista que le diera luces de donde podría estar Caroline. 

Llegó a un camino y vió pasar una carreta que llevaba campesinos a trabajar a los campos. 

Sus ojos se abrieron de asombro. 

- Acaso algún campesino la ayudó? ... pero por donde se fué?...- se preguntaba confundido. 

Al final decidió seguir a una carreta llena de campesinos que iban a los campos a trabajar. 

Al llegar al lugar comenzó a observar a la gente, su mirada se poso en un joven alto que de alguna razón le era familiar. 

Emilio sintió una mirada escalofriante que percibió encima de él . 

El muchacho levantó la mirada y se encontró con la de Benoit, apesar que este estaba con anteojos pudo percibir la intensa mirada del hombre. 

Emilio dejo lo que estaba haciendo y caminó hacia Benoit, a pesar de la presencia imponente de el vampiro, no se dejó intimidar.

- Buenos días señor... en que lo podemos ayudar? ..- preguntó amable el joven. 

Benoit lo miró de arriba a abajo. 

- Cómo te llamas muchacho?...- preguntó secamente Benoit. 

- Emilio... Emilio Jackson... y usted?...- preguntó intrigado. 

- Eso no importa... por ahora..- dijo altanero Benoit. 

Emilio frunció el seño de molestia. 

Benoit se acercó a él y pudo percibir levemente en el muchacho el aroma de Caroline, aún cuando era suave , Benoit lo reconoció. 

- Ando buscando a mi esposa... ayer era escapo de casa, tiene una enfermedad mental, necesita tomar su medicina o si no le darán crisis de ansiedad y dirá que ha estado secuestrada...- mintió Benoit. 

Miro al muchacho para percibir alguna reacción. 

Emilio estaba tranquilo, apesar que su mente estaba a mil, si creerle a Benoit o Caroline. 

- Y como es ella?... su esposa...- preguntó intrigado Emilio. 

Benoit lo miró con curiosidad. 

- Ella es muy bella y su cabellera es como el fuego, la has visto... muchacho?...- preguntó con interés Benoit. 

Emilio suspiro profundamente y sin quitarle la mirada a Benoit le dijo.

- Ayer una mujer con esas características me pidió ayuda...- dijo Emilio analizando a Benoit. 

Benoit abrió los ojos de asombro. 

- Y que paso? donde está?...- preguntó interesado el vampiro. 

- Bueno... me pidió que la llevara a la ciudad... la deje en la plaza...- mintió Emilio. 

Benoit quedó confundido, él mismo estuvo buscándola por la ciudad y no la encontró. 

El vampiro le dió una sonrisa al muchacho y le entrego unas monedas de plata. 

- Gracias... Emilio Jackson...- dijo Benoit antes de marcharse del lugar. 

Emilio volvió a su trabajo, sus piernas le temblaban de los nervios, pudo percibir que Benoit era peligroso. 

- Es como estar conversando con una víbora...- pensó Emilio. 

En la tarde el joven volvió a su hogar, Caroline estaba en la cocina ayudando a su abuela a cocinar, la escena le pareció adorable, Caroline al verlo le dió una sonrisa tierna. 

- Que bueno que estés de vuelta? ... cómo estuvo el día?...- preguntó cariñosamente Caroline. 

Emilio la miró fijamente que puso un poco nerviosa a Caroline. 

- Estuvo bien... solo que un hombre extraño apareció en los campos...- dijo seriamente Emilio. 

- Que hombre era ese?...- preguntó la abuela. 

- No me dijo su nombre... pero la estaba buscando... Caroline...- dijo con frustración Emilio. 

Caroline abrió sus ojos de espanto. 

- Queee... dijo?...- preguntó nerviosa Caroline. 

- Bueno... dijo que su esposa había escapado y que estaba enferma, también que inventaba cosas extrañas como un secuestro....- dijo preocupado Emilio. 

Los ojos de Caroline se llenaron de lágrimas. 

- Eso es mentira!! ... él no es mi esposo y nada, al principio pensé que teníamos algo especial, pero después me di cuenta que era un monstruo... por favor créeme!!!...- suplicó Caroline. 

Emilio cambió su mirada dura a una más tierna, se acercó a ella y la abrazó con ternura, Caroline nunca había sentido la protección de ningún hombre, que comenzó a llorar como una niña. 

- Tranquila... te creo... además que los rumores en los campos vuelan... y sé que tu familia te está buscando a tu prima y a tí...- le dijo Emilio sin dejar de abrazarla. 

La abuela sólo los miraba con preocupación, sentía que el peligro acechaba. 

- Quien es ese hombre?...- preguntó con interés la  mujer. 

Emilio soltó suavemente a Caroline, esta se secó sus lágrimas y miró a la abuela. 

- Su nombre es... Benoit... Benoit Miroslav...