—Cuánto tiempo sin vernos.
En el pasado, Iván la había ayudado, y Clara siempre recordaba ese gesto. Por eso era muy amable con él.
Al ver que Clara tenía tiempo para charlar con otras personas y parecía no tener en cuenta a elloa, la esposa de Álvaro hizo un comentario irónico desde un lado: —Al parecer, señorita Suárez conoce a muchos hombres, ¿no sé con quién vino hoy?
Clara sonrió levemente y respondió: —¿Por qué tendría que venir con un hombre? ¿No puedo venir por mi cuenta? O acaso, tía, ¿piensas que todas las mujeres solo pueden depender de los hombres como tú?
Al ver que ella no llevaba nada en las manos, ni siquiera un bolso y que no tenía una invitación.
La mujer continuó: —¿No estarás aquí para pescar a un hombre, señorita Suárez? ¿Sabes qué tipo de cena de gala es esta?
Las mujeres a su alrededor comenzaron a murmurar en voz baja, y aunque los hombres no decían nada, sus miradas hacia Clara no eran amistosas en absoluto. Sin embargo, Lucía intervino para ayudarla.
—Ella no