Capítulo 1276
Clara salió de la habitación en calma y se encontró con Renzo descansando con los ojos cerrados en el pasillo. Al ver a Clara salir, él abrió los ojos y dijo: —Hola, doctora Suárez.

Renzo era una persona perceptiva, especialmente con sus profundos ojos negros, y Clara tenía la sensación de que él siempre estaba en guardia contra ella.

Ella se sentía inquieta por dentro, pero mantenía una apariencia tranquila y decidió saludarlo primero: —Él se ha quedado dormido. Si es posible, déjelo descansar un poco más.

—De acuerdo, doctora Suárez, ¿podría echarle un vistazo a mi dolor de espalda? Me ha estado molestando durante casi un día.

Esta vez no había llevado a ningún otro médico en el viaje, y aunque Clara solo quería irse en este momento, no podía rechazar la solicitud de Renzo, temiendo que él pudiera notar algo.

—Claro, levanta tu camisa para que pueda echarle un buen vistazo.

—No es apropiado hacerlo aquí. No sería bueno si algún enviado de otro país nos ve. Ven conmigo.

Renzo se levan
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