24. Noticias desgarradoras

Amanezco enredada a su cuerpo en la cama de esté yate y de inmediato inhalo absorbiendo el aroma de su piel, «es adictivo...»

—Buenos días— Me dice con sus ojos aún cerrados.

—¡Estás despierto! — Le reclamo dándole un pequeño golpe sobre su pecho.

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