Charlotte entró en pánico. Sin embargo, ella mantuvo una sonrisa en su rostro. “No deberías ser tan complaciente. Ese pequeño incidente que experimentaste fue solo una lección. Te aconsejo que renuncies a él y sigas persiguiendo mujeres”.

Jezabel se quedó sin palabras.

Charlotte la ignoró. En cambio, se dio la vuelta y se alejó rápidamente.

Zachary la estaba esperando afuera del estacionamiento. Una vez que ella subió al coche, él encendió el motor y condujo hacia la salida del estudio.

“Esa mujer no es tan simple como parece. Será mejor que te mantengas lo más lejos posible de ella”.

La voz de Zachary era tan clara como el agua de manantial. Fácilmente podría calmar la frustración de cualquiera en un instante.

“¡Así que la conoces!”. Charlotte se sorprendió.

La noche anterior, cuando Zachary se la llevó, no mencionó a Jezabel en absoluto. Charlotte había tenido la impresión de que él no tenía idea de que Jezabel hubiera querido hacer eso con ella…

“Sí”. Los ojos oscuros como l