Narra Carolina
Ese día saliendo del estudio, me estaba esperando mi padre para ir a tomarnos un café, ya que a mis padres les quedaban pocos días en Madrid. Me fui con él caminando un poco y llegamos finalmente a un lugar hermoso y acogedor, dónde colgamos nuestros abrigos y nos dispusimos a tomar un delicioso café. Mi papá se veía realmente bien, jovial y en buena forma. Le sentaba bien Madrid, sin duda alguna y ahora que podíamos al fin tener un tiempo a solas, quise tener una plática de padre a hija con él de una manera tranquila.
–Papá, ¿Cómo se han sentido mi mamá y tú en Madrid?
–Muy bien hija, nos la hemos pasado de maravilla. Pero lo mejor que me ha pasado a mí en lo personal y por lo que siento que valió la pena haber venido a Madrid ha sido porque te he visto a ti. Te sienta muy bien la ciudad, te ves hermosa Carolina.–Gracias papá, aunque tú lo dices por ser mi padre. A ti te sienta muy bien Madrid, deberías venir con mi mamá más seguido. Pue