EVANGELINE

Ya había conseguido trabajo, no el que yo esperaba pero al menos podía darme algunos lujos.

- Jud por Dios, ya deja de ser tan mojigata, se más liberal y ve a follar con el primer guapetón que te invite una copa - le dijo Ann, todas nos reímos excepto Jud.

-Ann ya callate, el que tu te lleves a la cama a cualquier cosa andante que pase frente a ti, no quiere decir que yo tenga que hacer lo mismo - le contestó Jud poniéndole los ojos en blanco.

-Chicas por favor, nada de peleas, ¿esta bien?, esta noche quiero pasarla bien, es mi cumpleaños y no quiero peleas el día de hoy, Kat me dijo que iríamos al Palace, y no quiero que nada nos arruine el momento, ¿de acuerdo? - a veces no sabia como soportaba tantas peleas entre Jud y Ann, éramos amigas desde hace mucho tiempo, pero habían veces que no soportaba sus tontas discusiones.

-Si chicas, vamos - comento Kat - no hay que estropear el día de Ev, saben que hice todo lo posible para que este día nos dejaran entrar a las cuatro - dijo sonriendo maliciosamente.

-Si con "hacer todo lo posible" te refieres a "siiiiii, así, dame más fuerte" te refieres - dice Ann, - entonces yo también quisiera "hacer todo lo posible" - comenta risueña.

-Por Dios Katrina Miller, ¿te tiraste al de seguridad?, ¿otra vez?, por lo menos se protegieron -pregunta Jud.

-Si mamá - dice sarcástica Kat - que creías, que con unas dulces palabras nos dejaría pasar, por supuesto que no, además lo disfrute y es lo que importa, tiene una lengua espectacular, me hizo gemir y llegar al cielo y sobre todo y más importante me dio los boletos de entrada, miren - nos enseñó los boletos a todas.

Jud puso los ojos en blanco, nuevamente, y Ann y yo solo nos reímos.

Mientras nos poníamos guapas y cantábamos nuestras canciones favoritas Kat me preguntó - ¿crees que nos encontremos al idiota?- ese era el nuevo nombre que le habían dado las chicas a Tom - espero que no, no quiero que nada ni nadie me fastidie la noche - le contesté.

Cuando terminamos de arreglarnos, nos fuimos todas en el auto de Jud, era la que conduciría esta noche así que podría tomar todo lo que quisiera, hasta perder el conocimiento o tener una congestión alcohólica, nunca se sabe.

Llegamos al Palace, todo era como lo recordaba, hacia tiempo que no venía a este lugar, para ser más exacta desde que termine con Tom, no venía porque sabía que le encantaba venir a este lugar, y lo menos que quería era verlo.

Le dimos nuestros pases al de seguridad y entramos, por dentro había cambiado aún más, tenían una pista de baile más grande y habían construido más pisos, que eran como cabinas privadas. Nos acomodamos en una mesa y pedimos nuestras bebidas favoritas.

-¿Ya vieron que el idiota está ahí? - dijo Kat, yo no quería voltear a verlo, pero parecía que no nos había visto llegar, porque estaba ligando con una chica.

-Por favor, hagan de cuenta que no lo conocemos, no creo que se atreva a venir para acá - les dije a las chicas.

-Mas le vale que ni se le ocurra venir - dijo Jud.

Pasó el tiempo y se me olvidó que Tom estaba por ahí y cada que una canción nos gustaba salíamos a bailar.

-Necesito ir al baño, ¿me acompañas? -le dije a Kat, todo me estaba dando vueltas, así que necesitaba refrescarme.

Tom

Vi a Ev junto con sus amigas desde que llegaron, pensé que tal vez si me viera coqueteando con otra chica me hablaría para reclamarme o por lo menos voltearía a verme, pero solo hizo como si nunca me hubiera conocido, creo que eso me dolió aún más. La vi que iba rumbo al baño, pero como iba con Kat, no me atreví a seguirla. Pero esta noche le tenía una sorpresa.

Evangeline

Pasamos junto a las cabinas privadas, se notaba que costaba una fortuna alquilarla por una sola noche, pero aún así, se veía que estaban ocupadas.

Cuando salí del baño aún me sentía mareada, me tropecé y me pegué contra una pared en la nariz, o al menos eso es lo que yo pensaba, -¡mierda!, me duele mi nariz - llorique y comencé a tocar la supuesta pared y vaya sorpresa, no era una pared, el tipo me veía entre preocupado y enojado, por Dios se notaba que era guapísimo, aunque estaba borracha podía distinguir un buen ejemplar.

-Lo siento... Señor - la mirada que me dio después de decirle la palabra señor, era de largate o mueres. Kat salió en ese momento del baño, se nos quedó mirando y a la muy tonta solo se le ocurrió decir - ¿interrumpo algo? - la voltee a ver, y le di mi mirada de cállate, la jale por el brazo y le di una última mirada al "señor guapo", y entonces corregí el gran error que había cometido - lo siento guapo - note una media sonrisa de su parte y bajamos a nuestra mesa.

-Por Dios, lo viste, era guapísimo, con especímenes así, me reproduciría hasta cansarme - dijo Kat.

-Eres una cerda Katrina - y me reí.

-¿Viste como te veía?, parecía que quería matarte, pero a la misma vez, quería abalanzarse sobre ti y follarte contra la primera pared que encontrara, no te quitaba los ojos de encima - me volvió a decir Kat.

-Sabes que no estoy interesada en conocer a nadie Kat - iba a hablar pero no la dejé, ya sabia lo que me diría, que lo usara para mi beneficio y después lo botara.

Cuando llegamos a la mesa, había más bebidas, que las que habíamos dejado, supusimos que eran de algunos cuantos chicos que estaban interesados en conocernos así que nos tomamos todo, hasta Jud - parece que hoy nos iremos en taxi - dijo Ann, todas brindamos, nos reímos y seguimos bailando.

En eso llegó un camarero a nuestra mesa, traía un mojito, mi bebida favorita, me señaló un tipo, que no alcanzaba a distinguir, porque los tragos ya me estaban haciendo más efecto, me señaló al tipo, le di las gracias y comencé a tomarme el mojito. En un principio me sabía raro, pero lo atribuí a todo el alcohol que ya estaba en mi sistema y lo seguí tomando.

Al poco rato comenzé a sentir demasiado calor, no quería salir sola hacia la calle, pero las chicas estaban ocupadas con unos tipos, y Jud no se veía por ningún lado, creo que estaba en el baño.

Salí como pude, quería llegar al auto de Jud y recostarme, para ver si así se me pasaba lo que estaba sintiendo, pero entonces sentí un tirón muy fuerte en mi brazo y mi espalda golpear contra una pared.

Estaba demasiado oscuro y no había nadie cerca para que me ayudara, así que no pude identificar al tipo que me estaba haciendo esto, hasta que habló.

Tom

Estuve observando durante un largo tiempo a Evangeline, hasta que la vi salir.

La tomé fuerte del brazo y la empujé contra la pared, no sabía quién era, estaba asustada, pero no me importó, hasta que hablé.

-Hola cariño, ya ha pasado un largo tiempo desde la última vez que nos vimos - me reí, la quería besar, pero volteaba su hermosa cara hacia todos lados, no podía coordinar muy bien sus movimientos, la droga que ingirió en la bebida ya estaba surtiendo efecto.

-¡Sueltame, maldito idiota!- trataba de aventarme, pero no tenía mucha fuerza.

-Eso no me decías cuando estabas en mi cama preciosa- se movía mucho, así que la tomé de los brazos y los puse sobre su cabeza y la aprisione con mi cuerpo.

-Si, bueno eso fue hace bastante tiempo, hasta que lo arruinaste todo, acostandote con la zorra de tu amiga, el día de nuestra boda- me grito, con mucha rabia.

-Nunca me dejaste explicar como sucedieron las cosas - se empezó a reír, pero sus hermosos ojos no transmitían alegría.

-Me quedó bastante claro con los gemidos que tu zorra estaba haciendo, ¡oh espera!, me ibas a explicar paso por paso como le metias la lengua hasta el fondo dentro de su coño, por favor no hagas que te odie más de lo que ya lo hago - la agarre más fuerte, pero su cara no mostraba nada.

-¡Cállate!- le grite

Y me soltó un rodillazo justo en mis bolas, pero no con la suficiente fuerza.

Quería correr, pero la agarré por el cabello - a donde crees que vas maldita perra, esta noche vas a recordar lo bien que te hacía sentir al estar conmigo- y la volví a poner contra la pared.

-¡Hazlo!- me grito - que le pusiste a mi bebida, fuiste tu verdad, ¿que me diste? - cerró los ojos.

-Si, fui yo, estarás tan caliente, que me rogaras que te folle- y sentí un golpe en mi cara, que me hizo caer y soltar a Ev.