Al entrar a la sala y ver a Azura todo rastro de enojo desapareció, la mujer que amaba estaba ahí luciendo bellísima y que en pocos minutos se convertiría en su legítima esposa.

Daniel. — Luces hermosa mi pequeña Dayana...—(decía con la mirada llena de amor y besando el dorso de su mano)

Azura. — Gracias, tu también luces guapísimo... —(le dijo con una sonrisa)

Daniel. —Gracias mi amor, ya estas lista para salir?

Azura. —claro que si lo estoy, vamos?

Daniel. — espera solo falta algo importante!! —(en ese momento la detuvo)

Azura. — que sucede?

Para cuando Azura se dio la vuelta, Daniel ya había sacado una gargantilla de esmeraldas, era una reliquia de familia y herencia especialmente para ella.

Daniel. — esta gargantilla pertenecía a mi abuela, antes de fallecer ella te la dejo como regalo de bodas, dijo que debías usarla el dia que te casaras y ya es momento de que la uses. —(dijo mientras se la ponia)

Azura.— espera de que hablas, tu abuela me conocia?. —(decía con asombro)

Daniel.