— ¿Y Francesco? — Allegra le preguntó al actor mirando para todas partes.
— Tranquila, vi hacia donde corrió, iré por él, anda a felicitarlos y podremos irnos si quieres… — Le propuso mientras comenzaba a moverse hacia donde estaba el niño.
— Gracias, será rápido…
El móvil de Francesco vibró en su bolsillo.
— ¡Diga! — Respondió con mal carácter.
— Soy yo, ¿Dónde estás?
— En Vernazza con Carmina, ¿Por qué?
— ¡Dime la verdad!
— ¿Qué pasa padre?, ¿Ahora me tratas como un crío?
— ¡Estás en la boda de esa gente!
Francesco se levantó de la silla y mientras los invitados comenzaban a agolparse a los lados de la alfombra y sobre todo cerca de la salida, é