Alisson o Renata
Abrí los ojos despacio, sintiendo todavía las náuseas y el mareo abrumar mi cuerpo. La visión que me rodeaba me resultaba aterradora y familiar al mismo tiempo. Estaba dentro de un avión, pero no era un vuelo cualquiera. Tenía los brazos atados al asiento, lo que limitaba mis movimientos y mi libertad. Una sensación de pánico se apoderó de mí cuando me di cuenta de que me estaban secuestrando de nuevo.
"Juninho, ¿dónde estamos?", pregunté, intentando mantener la voz firme a pesar del miedo creciente en mi interior.
Sonrió con malicia, como si disfrutara de mi desesperación. "Vamos camino a casa, Renata. Al lugar al que perteneces".
La ira y la indignación se mezclaron con el miedo. ¿Cómo se atrevía a considerarme de su propiedad? Yo no era un objeto para ser controlado y manipulado. Era una persona, con derechos y voluntad propios.
Recordé mi pasado con Juninho, los días oscuros en que estuve cautiva. Había conseguido escapar, Lemi me había salvado cuando creía que nu