La mujer levantó la barbilla.
—Dile a tus hombres que se retiren. ¿Así es como tratas a una mujer? ¿Escondiéndote detrás de guardaespaldas? Lo que tengo que decirte es privado. Sabes que la muerte de tu padre no fue sencilla. Estoy segura de que ya lo has investigado.
Blake guardó silencio por un momento. Luego hizo un gesto con la mano, y los hombres de negro retrocedieron, dejando solo a uno detrás de él.
—Él se queda. Confío en él —dijo Blake—. Ahora habla.
La mujer se quitó lentamente las gafas de sol. Al mirarla, Blake no reconoció su rostro. Pero sus ojos… había algo en sus ojos. Algo que ya había visto antes.
—Blake, soy yo. Ashley Evans —dijo con calma—. Antes era Ashley Scott… la hermana de Bianca.
Lo dijo como si no fuera gran cosa, como si hablara de la vida de otra persona.
Pero sus palabras golpearon a Blake con fuerza. Sus ojos se abrieron por la sorpresa. La miró fijamente, sin poder creer lo que escuchaba. La mujer frente a él no se parecía en nada a la Ashley que re