Brandon se quitó las gafas de sol y le lanzó una mirada fulminante.

—Está bien, lo haré de inmediato —dijo el asistente apretando la mandíbula. Después de todo, era el dinero de Brandon, y él era quien pagaba la cuenta.

Mientras tanto, en Duskville, Michael dejó su café y llamó a su mayordomo.

—Ignora el alboroto en internet. Tengo plena confianza a largo plazo en el Grupo Phoenix Alliance. Sigue comprando. Mientras otros vendan, nosotros compramos. Y haz público que respaldo al Grupo Phoenix Alliance.

—Señor Hayes, ¿debería informarle a su madre sobre esto…?

Antes de que pudiera terminar la frase, Michael se levantó y le dio una palmada firme en el hombro.

—Si no puedes con este trabajo, hay muchos otros que sí pueden —dijo con seriedad—. Solo sigue mis órdenes.

Mientras Michael se alejaba, el mayordomo soltó un suspiro silencioso de alivio, aunque tenía la espalda empapada en sudor frío. Tomó su teléfono y llamó a su familia.

—No se apresuren a comprar una casa. Compren acciones del