Después de beberse tres copas de vino, las mejillas de Diana se sonrojaron y comenzó a sentirse un poco mareada. Con una sonrisa en los labios teñidos de rojo, se lanzó directamente al tema que la había llevado allí.
—Chicos, gracias por venir esta noche. Estoy aquí para pedirles un favor. De verdad espero que reconsideren cancelar el contrato. Si sus empresas tienen algún problema, díganmelo. Desde Emerald Artists Agency estamos dispuestos a colaborar para solucionarlo.
Los hombres se miraron entre sí, compartiendo la misma expresión en la sala tenuemente iluminada.
Uno de ellos sonrió y habló con tono relajado:
—Bueno, todavía hay espacio para negociar. No estamos aquí para complicar las cosas. Si te quedas y tomas unas copas con nosotros, quizás reconsideremos nuestra relación con tu agencia.
Diana entendió enseguida. Solo estaban buscando una excusa para divertirse a su costa.
Con Bianca en su mente, apretó los dientes y se llenó de valor. Negó con la cabeza, alzó su copa y br