Era un lujoso resort con aguas termales naturales.
El vapor de las termas cubría el lugar, dándole un aire celestial.
Bianca llamó a Paige, quien rápidamente envió a alguien para guiarla hasta un acogedor patio adornado con hermosas flores y plantas.
—Bianca, ¿por qué no tomas un descanso y te relajas? Podemos ir a las termas más tarde —dijo Paige por teléfono.
Al caer la tarde, el teléfono de Bianca emitió un sonido.
—Bianca, te estamos esperando en la terma principal. No olvides cambiarte al traje de baño.
Bianca no podía quitarse de la cabeza que Paige parecía más misteriosa de lo habitual, pero no le dio demasiada importancia. Después de terminar la llamada, se puso el traje de baño que había traído y salió.
Prefería no mostrar demasiada piel. Debajo de su bikini, llevaba un ligero velo que caía sobre su elegante figura.
Guiada por un empleado, Bianca llegó a la terma principal, un estanque redondo enclavado en un bosque y rodeado de piedras.
Sin embargo, al mirar a su alrededor,