—¿Fue solo una coincidencia?
—Absolutamente.
Bianca esbozó una leve sonrisa.
—Está bien, te creeré esta vez.
—Bianca —Dave habló de repente, su voz suave pero firme mientras la miraba profundamente—. Tengo sentimientos por ti. Solo me veo a tu lado. Puede que no sea millonario, pero puedo ganar lo suficiente para cuidar de una familia. Si estás conmigo, me aseguraré de que tengas una vida feliz.
Por ahora, Dave no podía revelarle quién era en realidad. Quería protegerla de las luchas de poder entre los ricos.
Cuando fuera lo suficientemente fuerte y terminara con los complots dentro de su familia, le diría la verdad.
Su mayor deseo era que ella fuera su esposa, que estuviera a su lado cuando alcanzara la cima del éxito.
Si tenía que ocultar la verdad para mantenerla a salvo, lo haría.
Solo esperaba que ella no lo odiara cuando llegara el momento de confesarle todo.
Bianca lo miró fijamente, conmovida por su sinceridad.
—Vaya, qué declaración tan directa… pero me gusta.
Tras una breve