En un pasillo del exclusivo hotel Grand Horizon, Dave se detuvo, fijando su mirada en Natalie.
—¿Quién eres tú? —preguntó con frialdad.
La sonrisa de Natalie se desvaneció ligeramente. ¿Cómo podía ser posible que Dave no la recordara?
¿Cómo podía estar pasando esto?
Natalie era una actriz reconocida, galardonada con el premio a la Mejor Actriz y una figura influyente en la industria del entretenimiento. ¿Cómo podía alguien no reconocerla?
Esbozó una sonrisa incómoda y dijo:
—Soy Natalie King. Una vez me ayudaste en el hipódromo.
Se preguntó si él encontraba difícil creer que estaba conociendo a una estrella en este contexto. Considerando que en persona se veía aún más impresionante que en pantalla, pensó que tal vez simplemente no la había reconocido.
Pero Dave respondió con frialdad:
—Oh, creo recordarlo vagamente. ¿Y qué sucede?
Los labios de Natalie temblaron ante su indiferencia. A pesar de su presentación, él solo decía recordarla vagamente. ¿Acaso estaba jugando a hacerse el dif