Durante el camino de regreso fue todo silencio. El auto entró a la villa, Andrés apagó el motor, vio a Irina.
-Irina, ¿ahora en el baño alguien te molestó? -
- ¡No!
- ¿Porque te ves cómo preocupada? -
-Andrés no es nada – Irina hizo abrir la puerta del coche, pero Andrés no la dejó, con sus fuertes brazos la atrajo hacia él e hizo que se sentara en sus regazos.
- ¡Ah! ¿Andrés que haces? – La Joven sorprendida pegó un grito.
- ¿Entonces, no me vas a decir que te molesta? -Andrés abrazó con fuerza el cuerpo de Irina enterró su cara en su cuello y le susurró al oído. –Dime, Confía en mí- Ante este acercamiento el cuerpo de Irina se estremeció y se quedó inmóvil.
Luego de unos segundos en esa posición ella reaccionó, colocó sus manos en el pecho del él y empujó a Andrés, quiso bajar de sus regazos, pero fue imposible, este la sujetó aún más fuerte. –No te muevas- Le ordenó Andrés.
-Vale, Vale… es solo que me preocupa que es