La Pequeña Gaia...
-Entonces estás bien – tomando una taza de té
-Sí Hans dijo que solo tenía que evitar el estrés y mantenerme al régimen con mis vitaminas
- ¿Te han servido las esencias?
-Mucho, cuando siento molestias solo tengo que usarlas y me calmo, es como si a mi bebé le gustara sentir el aroma de su padre
-Ves te lo dije mi mamá es una genio con las esencias – dando una sonrisa
-Tengo que darte la razón, por cierto ¿Cuándo te gradúas?
-En una semana, y podré trabajar con lindos bebés – sonriendo – por cierto ¿Dónde está Tommy?
-Míralo allá – señalando hacia un matorral de flores y siendo vigilado por su niñera el bebé trata de alcanzar unas mariposas
-Está tan lindo y gordito – sonriendo – se parece mucho a su padre
-Sí tiene mucho de Erick – sonriendo – al menos espero que bebé sea tranquilo, Tommy no parece hijo de un Williams
-En eso se parece a ti, hasta en lo gruñón
- ¿Quieres que te rompa las piernas? – mirando de reojo al alfa
-Pero Lottie, estoy diciendo la verdad, eres un gruñona, una