Hotel Universal, habitación número 13.
Toqué la puerta. Me encontraba empapada de pies a cabeza, producto de las intermitentes lluvias que no cesaban, a pesar de la protección de mi gabardina larga y negra. Tenía mi castaño cabello goteando copiosamente.
Toqué de nuevo.
La puerta se abrió ruidosamente, y sin intervención alguna aparente. Un aromático incienso llenaba la habitación. Me adentré a ella. La habitación estaba mal iluminada por unas candelas rojas, y en un extremo de la misma se sentaba Draken sobre un sillón bastante espacioso. A su diestra estaba Jezabel, ataviada con un provocativo traje de lencería roja.
—Pasa, mi amada inmortal, pasa por favor.
En cuanto penetré a la habitación, la puerta se cerró de golpe, y al hacerlo, noté la presencia de otra vampira, Mary Li, la