Gianna estaba organizando la habitación de su esposo, no olvidaba sus deberes de esposa.

Escucho la puerta del baño abrirse, eso la tomo por sorpresa, observo a Dexter salir caminando lentamente.

Era la primera vez que lo veía caminar, después del accidente, al parecer estaba mejorando.

Podía notar las gotas de agua resbalando por su abdomen, llevaba solo una toalla enredada a su cintura.

Trago grueso, no podía negar que Dexter era realmente atractivo, desvío la mirada rápidamente.

—No sabía que estaba aquí, volveré luego.

Dexter tomó su mano, no podía moverse con mucha rapidez, caminar se le dificultaba mucho, pero en ese momento se había olvidado de todo.

Las manos de su esposa eran suaves, podía percibir el delicioso aroma de su colonia, la observo tensarse ante su toque.

—Compre eso para ti —señaló una pequeña cajita en su mesita de noche.

—No es necesario que me compre nada, puede quedárselo, señor Leroux.

Dexter soltó la mano de Gianna, al parecer le incomodaba estar ce