Termino de comer y ayudo a Nelly a preparar todo, ponemos velas una pequeña mesa muy elegante y cuando por fin terminamos me doy una ducha, de empiezo a prepararme, al salir ya Nelly dejo todo listo, no sé porqué razón me siento un poco nerviosa, me pongo mi camisón y prefiero no verme al espejo, estoy lista cuando se abre la puerta.
—Vaya esto es más de lo que pedí.
Se acerca y me da un beso.
—Te vez preciosa.
—Nelly nos preparó algo especial.
—No creo que haya nada más especial que tú.
—¿Acaso no tienes hambre?
—Si, pero no de comida.
Se acerca y comienza a besarme, pasa sus manos por mi pechos y yo me estremezco de inmediato.
—Vaya por lo que veo tú también tienes hambre.
Nos separamos y se quita el saco y