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•••( ͝° ͜ʖ͡°)ᕤLuciano se sentía terrible por haber dejado así a Alanna, no queria siquiera imaginar la clase de cosas que pudo haber pensado cuando amaneció y no lo vio a su lado.Habían pasado dos semanas, era al rededor de las dos de la tarde cuando estaba llegando a su casa, saco el dispositivo que bloqueaba cualquier señal de su casa, puesto que seguramente ella lo estaría observando, como siempre, no quería que ella supiera lo que tenía en mente solo esperaba que entendiera el porque lo hacía.Si quería tener éxito en todo tenía que pensar con la mente fría.Pero tenía un par de trabajos que hacer, no era como que le faltará dinero, ya tenía suficiente como para vivir cómodamente por unos años, pero era un hombre de palabra además le gustaba su trabajo, le gustaba matar, ¿Bizarro no? Pero así era, un sicario, del mejor en su oficio. Por eso lo contrataban los mejores mafiosos y hasta del gobierno para no dejar ningún cabo suelto.¿Que haría con Gustavo? Puede que después de todo si terminará quedándose con su puesto, casi toda su familia se dedicaba a ese oficio, excepto Gustavo que era quien se encargaba de limpiar el rastro de los demás.Luciano suspiro mientras apagaba todo aparato electrónico de su casa.—Te quedas aquí sentado, no te muevas. — le dijo al hombre que tenía maniatado y amordazado, el que había traído con él—, traeré a alguien que te haga compañía, te debes de sentir muy solo.— le dijo mientras encendía un cigarrillo.Dos horas después llegó con otro bulto, pero no era un hombre, era una mujer.Sonrió con malicia y la sentó al lado del otro sujeto— hermosa pareja.Era la mejor idea que había tenido iba a matar a dos pájaros de un tiro, haría su trabajo, mataría a esas dos personas y luego terminaría con lo que lo beneficiaria.Les inyecto un sedante empezando a contemplar la obra maestra que iba a hacer.( ⚈̥̥̥̥̥́⌢⚈̥̥̥̥̥̀)Luego de dos semanas esperando alguna señal de Luciano, se dió por vencida, no iba a hacerse más iluciones.Había intentado más de una vez hackear la red de la casa de Luciano pero por más que intento por todos los medios fue bloqueada de la red. Cosa que la frustró mucho era como si estuviese desconectado de la realidad y no quisiera que ella supiera de el.Así que por eso decidio intentar olvidarlo después de todo el cumplió su palabra, dijo que no la mataría y así fue, no podía quejarse por eso.Estaba inmersa en sus pensamientos cuando una llamada de su amiga victoria la trajo de vuelta a la realidad.—Supongo que no estás viendo las noticias.— le dice tan solo Alanna contestar la llamada.— No, realmente ¿Algo que debería de saber?—Solo coloca el canal de noticia. ¿Quieres que valla?Con intriga cambio el canal de la serie que estaba viendo y se quedó petrificada al ver lo que decía."El ingeniero Luciano Carpini fue hallado muerto en su casa después de haber apagado el incendio que la consumió por completo, junto con otro cuerpo que se presume era su pareja, hasta el momento se desconoce la causa del incendio que cobro la vida del empresario, se esperan los resultados de la pesquisa de la propiedad en las próximas veinticuatro horas."Sentía que la respiración se había atorado en su garganta, de pronto se le olvidó como respirar.Una lágrima traicionera todo por su mejilla, aún con el teléfono pegado a su oreja escucho la voz de su amiga.—Voy para allá.— le dijo victoria y colgó la llamada.Poco tiempo después llegó a consolar a Alanna que estaba llorando desconsoladamente, sentía una impotencia terrible, si tan solo el la hubiera dejado hackearlo le había prevenido de algún modo de lo que le pudo haber pasado, pero no pudo y ahora estaba muerto, lo había perdido, para siempre.No sabía porque le dolía tanto, si después de todo estuvo con el una noche, pero todas esas veces que hablo con él, cuando estuvo fuera de su casa, lo sintió como si realmente lo conocía de toda la vida como si ella le pertenecia desde siempre.Tres meses después.Dolía, realmente le dolía, pero no podía seguir sumergida en el dolor de la muerte de Luciano.Tenía que dejarlo ir y aceptar la realidad.Había apagado su teléfono porque victoria la tenía estresada con sus constantes llamadas pero puedo de un rato la encendió viendo la cantidad de llamadas perdidas que tenía.Suspiro al ver una nueva llamada entrante.(✿☉。☉)Después de tanto tiempo aún sentia sobre su cuerpo el calor de Alanna, la necesitaba, se sentía como una adicto en recuperación.Quería llamarla y decirle que todo estaba bien pero por alguna razón sentía que lo que había hecho había arruinando todoAún así lo haría, la llamaría y la recuperaría.—¿Si? —su voz sonaba en un susurro, cosa que le estubo el corazón, sonaba triste.—Hola, Alanna — Le dijo sin poder contener una sonrisa al haber podido escuchar su voz después de tanto tiempo.—...— Silencio era lo que se escuchaba del otro lado de la línea.—¿Pequeña, estás ahí?—¿Lu.luciano?—contesta ella después de un rato—. ¿Eres tu?—Si, quiero verte,necesito verte.—Pero la noticias, tu... Moriste.—Lo se, puedo explicarlo, pero no por teléfono, además estoy muy cansado.—Sabes donde vivo.— fue lo que dijo después de un corto silencio y colgó la llamada.Vio la pantalla de su teléfono y sonrió, bueno, por lo menos no lo rechazó.EXTRA...KATERIN, AMOR EN LAS SOMBRAS Una tarde de verano Katerin Nara conducía feliz por la carretera , su cabello castaño le ondeaba con el viento a causa de la velocidad que llevaba , estaba feliz porque su padre le había obsequiado un coche antes de su cumpleaños, un hermoso Audi blanco, sentía que flotaba en la carretera, ella pensaba que se lo iba a regalar para su cumpleaños pero se adelanto.- Pero, que tanto? - Pensaba ella solo faltan pocas semanas para mi cumpleaños, aunque él había prometido dárselo para ese día, esa mañana cuando katerin salio para ir a trotar se sorprendió al ver ese hermoso auto con un gran lazo rojo arriba, frente a su casa, tení una nota pegada en el limpia parabrisas que decía"Para mi niña adorada te amo con todo ni corazón espero te guste tu regalo de cumpleaños adelantado.Con amor papá"No lo podía creer, su propio auto, ya no tendría que usar el de su padre, podría salir con sus amigas tranquilamente y pasear por la cuidad con su bello co
Unos cuantos años después.Luciano no se acostumbraba a la invasión de privacidad de su mujer, es que ella ya sabía que él llegaba a casa mucho antes de siquiera tocar a la puerta.Dónde el estuviera ella lo observaba, sabía a dónde iba y con quien estaba. Digamos que es como un hobby para ella acosarlo a través de la red. Pero realmente no le importaba, ya no. Ahora estaba... Feliz de que su vida fuera más... Normal.—¿Quieres que te lleve algo?— Hablo Luciano a la nada. Estaba caminando en un parque cerca de una pequeña pero lujosa residencia. A los pocos segundos, cuando mucho tres segundos después, recibió un mensaje.— un helado de chocolate.El sonrió y se desvío a una heladería. A veces más personas lo veían extraño por estar hablando solo. Es que el simplemente podía hablar con Alanna por mensajes de WhatsApp o por notas de voz, pero no, él prefería hablar solo y ella le respondía por medio de un mensaje, eso se había convertido como en una costumbre para ellos, y es qu
•••( ⚈̥̥̥̥̥́⌢⚈̥̥̥̥̥̀)Alanna estaba comiendose las cutículas de los nervios, estaba en una encrucijada, no sabía que hacer, si dejar todo a la suerte y que fluyera por si solo, que pasara lo que tuviese que pasar o intervenir de alguna manera.Pero si intervenía ¿Cómo lo hacía? ¿Que comodín tenía? Llamar a un amigo no era una buena opción así que lo descarto de inmediato. No, no llamaría a su mejor amigo.El otro comodín sería contactar con la mente maestra más grande del mundo, el Internet y así, con suerte esperaba que su "situación" tenga solución quizás si entraba en alguna red del gobierno y veía algunos planes estratégicos, quizás podría servirle... Pero no, no contaba con el tiempo suficiente. Y el último comodín, actuar. Sería muy sutil,. Dejaria un simple mensaje que con suerte podría ver y entender.Pero realmente estaba Estresada, así era como se sentía.Su concentración estaba puesta en las pantallas que estaban frente a ella, el resplandor de las luces era lo que
•••ಠ_ಠEstaba estresado, y tenía mucha hambre, dos cosas que lo alteraban ¿Era mucho poder comerse un bocadillo tranquilo? Pero estaba viendo un programa de lo más interesante en la televisión y no quería pararse a prepararse algo porque tendría que despegarse de la pantalla. Pero Alguien le estaba fastidiando los cojones, lo sabía, y eso simplemente significaba una cosa, que ese alguien, tenía que morir.No estaba de humor eso estaba más que claro.El sonido de su teléfono le saca un gruñido, era un correo. Le resto importancia ¿Quien mandaba correos en pleno siglo veintiuno? Pero más a un, a su teléfono personal. Realmente iba a tener que levantar su trasero de la cama e ir a la cocina a prepararse algo de comer, su estómago ya le estaba reclamando desde hace dos horas. Pero volvió a sonar su teléfono, otro correo. Y otro.Y otro.La pantalla de la televisión cambio de imagen y salieron franjas de colores luego se volvió negra con infinidad de pequeñas letras color ve
•••( ͝° ͜ʖ͡°)ᕤMuy bien, tenía que pensar con claridad, los nervios la estaban matando. Lo que si sabía era que tenía que huir, escapar, esconderse bajo las rocas más grandes que están en el fondo del mar, en un lugar bien alejado de dónde estaba horita.Y ¿Porque? Porque Luciano Carpini la iba a encontrar y la iba a asesinar, como ella lo imaginaba lenta y dolorosamente, de solo imaginarlo la piel se le ponía de gallina.Así que ahí estaba ella. Con una pequeña maleta metiendo lo primero que encontraba.Es que después de ver cómo mataba con sus propias manos a él susodicho que se suponía tenía las pelotas más grandes del universo para atreverse a matar a Luciano, quedó con la sangre congelada.Recordaba muy bien la escena, lo vio entrar a la cocina he ir a la nevera por un bocadillo, el muy condenado tenía una puntería envidiable y unos reflejos impactantes. Vio como colocaba el arma que tenía en la mano detrás de su espalda para así poder comer con más tranquilidad,
•••(◔‿◔)Luciano contemplaba el edificio donde vive Alanna, su hacker realmente vivía en uno de los más caros y lujosos. Su departamento estaba equipado con toda clase de tecnologías, muy avanzadas de hecho, unos cuantos estantes de libros, muchos en realidad. Luciano respiro el aire del apartamento y se sentía realmente agradable, casi exótico, se sentía como en otro mundo, plantas y libros por doquier pero debidamente ordenados. Estaban acordes con la decoración del lugar. Cuadros de animales y paisajes que armonizaban todo.Era realmente relajante.Estaba pensando porque se apresuró en llamarla, eso fue una clara advertencia para que hullera del lugar, él no quería eso, tal vez si no la hubiera llamado, la hubiera encontrado ahí, acorralando a su presa.Pero ya no estaba, había huido de él, aunque no era posible, tarde o temprano la iba a encontrar, siempre encontraba a sus presas, siempre.Al poco tiempo de haber acabado con la insignificante cucaracha que quiso tener b
•••乁༼☯‿☯✿༽ㄏEn boxer.Estaba en estúpido boxer.El mismísimo Luciano Carpini estaba paseándose en boxer por su modesto departamento.Desde el minuto uno que salió de su departamento ella se conecto a la red de su casa, desde una tablet.Cuando su tablet vibró anunciando que un intruso estaba en su hogar se alarmó, creyó que cuando volviera a su departamento iba a tener que hacer una limpieza profunda, porque él le destruiría todo lo que tenía.Pero no. El muy desgraciado se estaba paseando en boxer como si de su casa se tratara. Al no tener audio en la tablet, no podía saber que decía, recibió una llamada telefónica y no pudo saber quién era, pero por las acciones que hacía podia darse una idea. Estaba hurgando en las gabetas de la cocina buscando lo único que tenía, galletas.—¿No piensa irse de tu departamento? — le dijo su amiga Sentándose a su lado en la cama, dónde ella estaba, pero Alanna tenía la vista clavada en la tablet.—No lo se.Le gustaba estar en su casa,
•••(✿☉。☉)Luciano Todavía no había encontrado una sola camara, ¿Dónde demonios las tenía? Tampoco es que el departamento estuviera forrado en plantas, libros y cosas electrónicas, no, todo estaba ordenado, ¿Acaso estaba entre las paredes? Era frustrante no saber desde donde lo veía ella, porque estaba seguro que veía cada lado que daba. Luciano se preguntaba que tanto lo había visto.Ella había dicho que lo veía viendo sus programas de tv, y haciendo sus rutinas, ¡Demonios! Sus rutinas, a él le gustaba hacerlas desnudo.No iba a negar que se había molestado mucho con su intruso en este caso era una mujer, así que mejor dicho, una intrusa, pero llevaba unos días en su departamento y ya la extrañaba, es más quería verla en persona unas imágenes no le eran suficientes.No aguantaba las ganas de que ella llamará nuevamente, el no podía llamarla, estaba apagado su teléfono, y ella solo llamaba de teléfonos desechables, de esos que no puedes devolver llamadas menos rastrearlos.