Mientras me retiraba del festival, me crucé con la persona que menos quería ver en mi vida.
Aunque era cierto que era alguien a quien no le debía de tener miedo, lo cierto es que tenía el temor de que el simple hecho de hablar con el, me trajera problemas.
Víctor se acercó a mí y tras de él estaba el hombre metalero.
Parecía que al metalero no le importara lo más mínimo otra persona que no fuera él mismo, a pesar de estar con Víctor quien considero una persona muy influyente.
-Hey, enclenque. Me alegra verte por estos lados -dijo con una sonrisa pretenciosa en la cara-. Resulta que si cantabas bien. Ya me preguntaba por qué Luna quería ayudarte a llegar a la final.
-¿Pero qué dices? -dije mientras me quitaba la mano de Víctor de mi hombro.
-Por lo visto la nena está enojada. Deberías agradecer a mi padre