Me encuentro corriendo por los pasillos del hotel, he estado empacando todas mis cosas y no se me ha ocurrido mirar la hora en todo el día y ahora, se me ha hecho tarde para el entrenamiento de Escorpión, estoy vestida con ropa deportiva y una coleta alta como mi peinado, el elevador no tarda tanto y doy gracias a Dios por eso, abro las puertas del gimnasio un tanto agitada y miro como el entrenador, Frank y John llevan lentes oscuros para hacer menos notorios sus ojos rojos por su desvelada la noche anterior.
—Siento el retraso- me disculpo saludando a los tres mientras veo como Escorpión corre a una velocidad increíble sobre la caminadora.
—Está bien niña, aún no terminamos y por favor solo mantén tu tono de voz al mínimo —asiento mientras lo veo masajear su cien. Voy hacia