DOUGLAS WARD — Cuéntame todo lo que pasó cuando apareció. — le dije, mientras empezaba a bajar las escaleras hacia la salida. — Vale, entonces... oí un golpe en la puerta y me giré para ir a abrir. Abrí la puerta solo para verlo parado allí. Le pregunté qué estaba haciendo allí. Me dijo que tenía una cita con Aurora, lo cual sé que no era verdad. Le dije que ella no estaba en casa y se puso muy irritado, me agarró la mano y empezó a hacerme daño. Le dije que Aurora había ido al baile anual de su empresa y solo eso. Se fue, pero tuve la sensación de que iba a buscarla. — dijo Maju, pareciendo a punto de llorar. — Oye, Maju, no te preocupes. Vamos a encontrarla, y no va a ponerle la mano encima. Porque si lo hace, lo mandaré a él y a esa obsesión suya directos a la tumba. — Por favor, ayúdame a encontrarla, por favor. — pidió ella. — Está todo bien. No hay nada de qué preocuparse. Confía en mí, ella estará bien. — De acuerdo... por favor, llámame en cuanto la encuentres. Menos mal

AURORA SUMMER"Joder, ¿qué hago ahora? La última vez que algo así pasó, tuve la suerte de escapar corriendo a su habitación y cerrando la puerta, pero, aquí, ¿cómo voy a escapar? Necesitaba pensar muy rápido.Él sabe por qué no me llevó a su casa, pues sabía muy bien que podrían buscarme allí.Me besó el cuello mientras sus manos lentamente comenzaron a descender por mi cuerpo.Piensa rápido, Aurora, piensa rápido.— Uhm, espera, espera, espera — dije, soltándome rápidamente de él.— ¿Qué pasa? ¿Hice algo mal?Sí, lo hiciste todo mal. Pensé para mí, pero no es como si fuera a decírselo en voz alta.— No, nada, solo creo que deberíamos tomar unos tragos y hablar antes de cualquier otra cosa. Hace tiempo que no hablamos como pareja y eso no es bueno para nuestra relación. — dije, intentando poner la cara más inocente posible.— Pero podemos tomar unos tragos después, te quiero ahora, amor. — dijo él, y sentí que mi corazón latía más rápido. Su mano se acercó a mi cuello, acariciándolo s

DOUGLAS WARDRyan y yo empezamos a mirar a nuestro alrededor para ver si Aurora estaba cerca, pero no había ni rastro de ella. Mi corazón empezaba a latir con fuerza en el pecho, como si fuera a salirse.— ¿Dónde demonios puede estar? — pregunté, pasándome los dedos por el pelo, frustrado.La lluvia ya había dejado de caer, pero hacía frío, y me preocupaba que pudiera estar ahí fuera, helada y perdida. No podía ni ocultar el hecho de que había algo entre Aurora y yo. La preocupación en mi rostro era prueba suficiente.— Calma, vamos a encontrarla. — dijo Ayron, poniendo la mano en mi hombro.— ¿Cuándo? ¿Cuánto tiempo llevamos buscando en este maldito lugar y gritando su nombre, pero no podemos encontrarla? ¿Qué voy a hacer si le pasa algo? — pregunté con un suspiro.— Todo saldrá bien. — dijo él. — Creo que deberíamos volver. No creo que esté aquí. Tal vez consiguió escapar y esté en algún lugar seguro — dijo Ayron.— ¿Pero y si no lo está?— ¿Puedes dejar de pensar en lo peor? — dijo

DOUGLAS WARD—¿De qué estás hablando? ¿No habíamos hablado ya de esto? —pregunté, mirándola, confundido. No podía negar que el hecho de que dijera "no" con tanta firmeza me había dolido.¿Seguía preocupada por si su madre me desaprobaba como novio? ¿O estaba avergonzada? Pero me había dicho que no lo estaba y yo le creí... ¿o es que había cambiado de idea de repente?—Solo digo que todavía no —dijo, negando con la cabeza.—Pero si hablamos de esto, incluso aceptaste que fuera a cenar a tu casa, ¿entonces por qué ese cambio repentino? —cuestioné.De repente, odié aún más a ese tal Ryan. Si no estuviéramos aquí, ella no me estaría diciendo esto. Estoy seguro de que está diciendo todo esto por lo que pasó.—No lo sé, amor, de verdad que no lo sé, es solo que siento...—Está bien, lo entiendo —murmuré, sentándome en la cama y abrazándola. Quería ser su hombro en el que apoyarse, no ponerle más peso sobre los suyos. Mientras ella estuviera bien, era todo lo que importaba. Es mi mujer y nad

DOUGLAS WARDParé el coche frente a la cafetería y respiré hondo. Sabía que mi madre me haría muchas preguntas, y sabía que se lo contaría todo. Nunca consigo ocultarle nada. Lo he intentado, pero nunca funciona.Salí del coche, cerré la puerta y entré en la cafetería.Como era de esperar, mi madre ya estaba sentada en su sitio favorito. Era como si aquel asiento ya supiera que ese era su lugar preferido y lo hubiera reservado especialmente para ella.—Mamá —la llamé en cuanto llegué a su lado, mientras ella se levantaba y me abrazaba, tocándome el rostro con cariño.—Estaba tan preocupada por ti, por la forma en que desapareciste con tanta prisa. Por favor, cuéntame qué pasó —dijo mientras se sentaba.Aparté una silla y me senté, sosteniendo sus manos entre las mías.—¿Te conté sobre el exnovio psicópata de Aurora?—Creo que sí, no me acuerdo —murmuró.—Anoche la secuestró y tuvimos que buscarla por todas partes. Fue un milagro encontrarla, si no, habría muerto —le conté, y mi madre