C102- TÚ NO ERES MI PAPÁ.Melody corría por el pasillo sin mirar atrás, las lágrimas le nublaban los ojitos y apenas veía nada, solo quería alejarse, y justo cuando estaba a un paso de la escalera Rachel la alcanzó y le sujetó del brazo con cuidado, casi sin fuerza, como si tuviera miedo de romperla.—Melody, mi amor, por favor… déjame explicarte —su voz salió rota, como la de una madre desesperada.Pero la niña se soltó de golpe, sus puñitos estaban cerrados con rabia, los labios temblaban y todo su rostro brillaba empapado de lágrimas.—¡No! ¡No quiero tus explicaciones! ¡Te fuiste! ¡Me dejaste por ELLA! —gritó señalando con una mano desesperada hacia la habitación de Leah— Tienes una hija nueva y una casa nueva… ¡me cambiaste por ella!El llanto de Rachel fue inmediato, como si no hubiera forma de contenerlo, intentó acercarse de nuevo pero Melody retrocedió como si la odiara, y ese gesto le destruyó más que cualquier palabra.—No es verdad, cielo, jamás —dijo Rachel, cada palabra

C104- QUIERO ANUNCIAR EL EMBARAZO.La oficina del abogado Lowe era amplia y elegante, pero para Rachel no había nada cómodo en ese lugar. Estaba sentada al borde de la silla, con una taza de café entre las manos que no dejaba de girar sin darse cuenta. Aaron estaba a su lado, tranquilo por fuera, pero Lowe no se perdió la tensión en sus hombros.El abogado abrió la carpeta frente a él.—Las noticias son mejores de lo que esperábamos —anunció.Rachel lo miró sin respirar.—El reporte psicosocial que solicitamos sobre Melody en el colegio es favorable. La describen como una niña con signos evidentes de ansiedad y retraimiento, lo que contradice la imagen de "familia perfecta" que John intenta vender.Rachel sintió un impacto en el pecho, una mezcla de dolor y alivio. Porque saber que su hija sufría era insoportable, pero al mismo tiempo, era una prueba de que no estaba imaginando las cosas.Lowe continuó, metódico.—Además, hemos documentado cada uno de tus intentos de contacto. Todo se

C106-LA CEO DEL AÑO.El evento se celebraba en uno de los salones más exclusivos de Londres, la entrada estaba rodeada de fotógrafos, flashes constantes y vehículos de lujo que llegaban uno tras otro. John salió del auto, con la expresión controlada e Isadora lo siguió, acomodándose el vestido azul antes de bajar. En cuanto puso un pie en la alfombra, sonrió para las cámaras. Porque esa era la vida que ella siempre había querido.Recordó con claridad la primera vez que vio a John cuando entró a su empresa, al instante reconoció en él poder, dinero, estatus. Y en ese mismo instante decidió que quería ese lugar. Investigó sus rutinas, sus sitios favoritos, sus hábitos, volviéndose "casualmente" indispensable, hasta que un día él empezó a necesitarla y ella supo que había ganado la primera batalla.Con Melody había sido igual. Hizo todo lo que pudo para caerle bien, para volverse necesaria, para construir una relación, y asegurarse de que Rachel quedara fuera de escena. Quería que u

C108-¿QUÉ ESTÁS DICIENDO?—Mi mami… mi mami, me quiere… —susurró Melody con un hilo de voz antes de que la oscuridad la envolviera por completo.El silencio duró solo un segundo y luego vino el grito.—¡DIOS MÍO! ¡NO, NO, NO! —la empleada bajó corriendo y cayó de rodillas, temblando, las manos en la boca, viendo la sangre extenderse sobre el mármol como si fuera una mancha que no dejaba de crecer— ¡MELODY, MI NIÑA!Sus alaridos fueron tan desesperados que se escucharon desde el otro lado de la mansión. El pánico la hizo intentar tocarla, pero retiró las manos enseguida al ver que también se manchaban de rojo, sollozando, completamente rota.—¡AYUDA! ¡POR FAVOR, AYUDA! —gritó hasta que la garganta le ardió.Una puerta se abrió de golpe, luego otra y aparecieron pasos rápidos y voces confundidas. Tres empleados y el ama de llaves llegaron corriendo y se quedaron congelados al ver la escena: la niña inmóvil, la sangre, la escalera… y la empleada llorando como si el corazón se le hubiera

C110- TU AMANTE ODIA A NUESTRA HIJA.El auto frenó frente al hospital y Rachel salió incluso antes de que terminara de detenerse, como si el corazón la arrastrara más rápido que sus piernas. Aaron fue detrás de ella. La puerta de urgencias se abrió y lo primero que vio fue a John de pie, con las manos en el cabello, caminando de un lado a otro, fuera de sí.—¡¿QUÉ PASÓ, JOHN?! ¡¿CÓMO SE CAYÓ MELODY DE LAS ESCALERAS?! ¡EXPLÍCAME AHORA MISMO!Él retrocedió un paso, pálido.—Rachel, cálmate...—¡¿CALMARME?! ¡MI HIJA ESTÁ AHÍ ADENTRO POR TU DESCUIDO! ¡ERES UN IRRESPONSABLE DE MIERDA! ¿CÓMO LA DEJASTE SOLA? ¡DIME!Entonces él alzó la voz, perdiendo los estribos.—¡NO TE ATREVAS A CULPARME, RACHEL! ¡TÚ NO ESTÁS AHÍ TODOS LOS DÍAS Y YO HAGO LO QUE PUEDO!—¡LO QUE PUEDES ES POCO, JOHN! ¡POR ESO ME LA VOY A LLEVAR DE VUELTA CONMIGO EN CUANTO SALGA DE AQUÍ! ¡NO TE VOY A DEJAR QUE LA MATES! ¡¿ENTIENDES?! ¡MI HIJA SE QUEDA CONMIGO!Isadora apareció detrás de John, con su abrigo costoso y la exp