Adara SantoroCuatro días después. Horas antes del AtaqueLa seguridad en mí había aumentado, apenas podía dar vueltas por la mansión y durante las noches dos guardias vigilaban mi puerta impidiendo que saliera y huyera nuevamente.Todo estaba siendo preparado. Sería algo sencillo, boda privada y luego una comida, poco a poco mi madre ordenaba mis maletas mientras tenía una mueca en su rostro.No había logrado contactarme con Hades, por alguna razón las llamadas no le entraban desesperándome, Nikolay, Dmitry y Alexey no pasaban en casa como pedir que le avisaran a Hades.No podía esperar lo peor, de alguna manera necesitaba contactar con Hades, pero todo era vigilado en esta casa.Acaricio mi barriga mientras estaba tumbada en la cama, sobre el camisón que utilizaba para dormir. Había dicho que me sentía mal y madre me dio el permiso para acostarme antes de lo normal.—Tengo mucho miedo—susurro—no he logrado contactarme con tu papá y eso me asusta. Si acabo con ese hombre estaremos mu

Nikolay PetrovMadre llora desconsolada en el sofá de la sala mientras que Faddei solo la abrazaba. Todos a mi alrededor daban el pésame por la muerte de Kira. Madre lloraba sin parar mientras que padre se mantenía serio.La muerte de Kira junto con el "secuestro" de Adara por la Mafia Italiana tenía a todos sorprendidos. La muerte de Kira había sido un golpe bajo para la familia, Faddei aún no procesaba que Kira había fallecido y más aún que Adara fue secuestrada en su estado más débil.Padre había dicho a todos que la muerte de Kira fue por la Mafia Italiana, que no había duda que ellos iban por las mujeres de la familia señalando que primero fue Zaria, luego Kira y finalmente Adara dejando solo a madre.—¿Que te dijo el médico?—susurra Alexey a mi lado—Kira presentaba maltrato seguido y...—la ira se instala en mi—violaciones seguidas.—¿Espera, que?—pregunta—Padre violaba de ella, no tengo duda en ello—le susurro—¿Cómo sabes?—Solo miralo, Alexey, ese bastardo ha tratado como la

Hades SantoroUn almohadazo llega a mi cara y tomo una profunda bocanada de aire tratando de mantener la paciencia mientras que la almohada de la cama caía a mi regazo.Mi esposa de sólo veintiocho semanas de embarazo me mira fijamente y cruzada de brazos. Había abandonado la ropa formal por ropa holgada y según ella más cómoda para su embarazo.—¿Sabes? A veces extraño a la Adara tranquila—le comentóElla chilla molesta y me lanza otra almohada, suspiro tratando de no perder la paciencia y Adara se pone frente al espejo. —¡Estoy gorda y tu no lo quieres admitir!—lloriquea—¡Ya no quieres estar conmigo en la cama! ¿¡Tienes otra, verdad!?—¿Qué?—arrugó la nariz—¡Me eres infiel y yo aquí esperando un hijo tuyo!—me señala—Haber, alto ahí, rusa—la señaló—explícame qué sucede, porque acabas de reiniciar mi vida.—¿Por qué ya no tenemos sexo?—solloza—¿Te parezco fea? ¿Es eso?—Bien, creo que ya entiendo, estás pasando por una buena crisis emocional y hormonal a la vez—¡No desvies el tema

Adara Santoro16 de Diciembre 201803:27amMe remuevo en la cama y palmeo bajo las sábanas el lado de la cama de Hades, pero frunzo el ceño cuando no lo encuentro en la cama.Me siento en la cama y enciendo la luz de la mesa de noche. Hades estaba sentado en el pequeño sofá de la habitación viendo algo en su computadora.—¿Por qué no estás en la cama?—pregunto—Estoy trabajando—respondeMiro hacia el reloj digital de la mesa de noche y niego mientras me ponía de pie.—Son las tres de la mañana—le reclamó caminando hacia el—Lo sé—responde—vuelve a la cama, tu debes de descansar—No lo haré si no vas—le dejó en claro—. Saca la computadora—Vuelve a la cama—me da una miradaNiego mientras que Hades suspiraba y cerraba la computadora, me siento en su regazo y Hades me mira seriamente.—Debes de descansar—dice Hades—Tu igual, trabajas todo el día y no es justo que sigas haciéndolo en la madrugadaSuspira y escondo mi rostro en el hueso de su cuello. Respiro profundamente inhalando la fra

Adara SantoroPrimeros días de FebreroTreinta y Siete semanas de embarazo. Eso tiene actualmente y los nervios me estaban comiendo por dentro.Hace unos días atrás había empezado a sentir las famosas contracciones. Por ahora no eran dolorosas pero si molestan lo suficiente como para hacer que me queje.Hades estaba teniendo demasiadas reuniones con sus Caporegime. Pasaba poco tiempo en la mansión y durante las noches se dedicaba a trabajar, al parecer la guerra estaba empeorando.—Estas tenso—le digo a Hades—Un poco—admite y acaricia mi abultada barriga—. ¿Qué tal todo?—Mientras me duchaba tuve una contracción—le comentó—no fue dolorosa pero si me molesto un poco.—¿Segura que no debo llamar al doctor?—Segura, él mismo dijo que pasaría, además, leí que cuando las contracciones fueran demasiado dolorosas y muy seguidas era necesario ir a un hospital o en nuestro caso recurrir al médico de la familia—le explico—¿Debemos de esperar a que llores de dolor? Digamos que no eres muy tole