Capítulo 62: El escándalo de Aurora Westwood—¿Qué hizo ahora? —preguntó Alice, intercambiando una mirada curiosa con Aurora. —¡Dicen que ya tiene una amante, justo después de casarse! Ahora están encontrando algunos secretos de la vida lujosa de Andrews. —respondió una de las chicas, animada—. Y los atraparon juntos, cubiertos de barro. Dicen que fue una pelea con la esposa, que atacó a él y a la amante, y parece que salieron perdiendo. ¡Wow! Debo admirar a esa mujer tanto como admiro a Aurora, ella también tiene carácter, ¿no crees?Aurora arqueó las cejas. —¿¡Amante!? —exclamó, tomando el celular de la mano de la chica—. ¿Aparece la foto de su esposa en los titulares?El nudo en su garganta casi le impidió hablar, pero su desesperación quedó evidente al ver la pantalla. Allí, en los titulares, estaba una foto de ella misma junto a Andrews, ambos cubiertos de barro. Sus ojos se abrieron antes de que comenzara a reír, una risa sin alegría. —¿El renombrado y discreto Andrews We

Capítulo 64: Luz en la OscuridadLa atmósfera en la habitación estaba pesada, como si cada palabra dicha anteriormente hubiera dejado un residuo de tristeza en el aire. Alice aún miraba a Aurora, inconforme. —Tienes que contarle a Andrews —su voz sonó firme, pero cargada de emoción.Aurora no respondió. Solo continuó organizando su poca ropa en la maleta, con la misma calma de siempre. —¡Aurora! —insistió Alice, acercándose a ella—. ¡Tienes que hablar con él! Estás literalmente siendo expulsada de la universidad, ¡no está mal pedir ayuda! ¡Él necesita saber la verdad!Aurora finalmente se detuvo. Miró a Alice por un instante antes de bajar la cabeza y soltar una risa baja, sin humor. —No hace falta, Alice.La otra chica apretó los puños, sintiendo el desespero subir por su garganta. —¿Cómo que “no hace falta”?! ¡No tienes a dónde ir! ¡No tienes un plan, Aurora! ¡Siempre actúas como si todo estuviera bien, pero no lo está!Aurora sonrió, una sonrisa pequeña y resignada. —Para mí

Capítulo 66: Una Mentira ConvenienteAurora entró en el hospital a toda prisa, apenas pudiendo respirar. El pasillo blanco parecía extenderse infinitamente mientras trataba de encontrar su habitación.Sus pensamientos eran un caos. Su corazón latía tan fuerte que parecía que iba a salirse del pecho. Rodrigo había dicho que Andrews estaba en estado grave. ¿Y si era demasiado tarde?Pidió su nombre en la recepción, presentándose como su esposa, pero no hizo más preguntas. Simplemente corrió hacia la habitación.Cuando finalmente entró, sintió el estómago dar un vuelco. Allí estaba él, recostado en la cama. Pálido.Los mechones de su cabello oscuro caían sobre la frente. No había ningún aparato conectado a él. Ninguna señal vital aparente.Por un momento, el miedo la dominó. Rodrigo no había dado detalles sobre su estado. ¿Y si…?Aurora retrocedió tambaleándose, con los ojos vidriosos. Andrews no se movía y parecía ni siquiera respirar. Su piel estaba tan pálida…—Es mi culpa… debería

Capítulo 68: El orgullo habla más fuerteAurora regresó a la universidad como si el mundo estuviera sobre sus hombros, tan agotada que su estómago rugía. Entonces recordó la mansión de Andrews.—¿Por qué recuerdo ese lugar justo cuando tengo hambre, si pasé por tantas cosas malas allí? —resopló para sí misma.Se dirigió a su cuarto y, sentada en la cama, abrazó las rodillas. El alivio la invadió al saber que Andrews estaba bien, pero eso no borraba la frustración de tener que dejar el lugar que más le gustaba.Sus pensamientos se vieron interrumpidos cuando Alice entró animada, casi dando saltos, difícil de entender.—¿Qué pasó de tan bueno? —preguntó Aurora, desanimada.—Listo. No tendrás que salir de la universidad —anunció Alice, dando saltitos.Aurora frunció el ceño.—¿Qué?Alice se sentó a su lado, sosteniendo sus manos.—Pagué las cuotas atrasadas con mis ahorros. Ahora solo tienes que preocuparte por las próximas.El corazón de Aurora se apretó.—Alice… —su voz tembló—. ¡No

Capítulo 70: Las Verdades que DuelenAurora sentía las piernas temblorosas mientras caminaba por el pasillo del hospital. Las palabras de su madre aún resonaban en su cabeza, enroscándose como espinas alrededor de su corazón."¡Destruiste mi vida!" "¡Siempre fuiste una mujer fácil!"El dolor la asfixiaba, dificultando incluso respirar. Las luces fluorescentes del hospital parecían más fuertes, deslumbrando su visión, y los pasos de otras personas se mezclaban con el torbellino de pensamientos que amenazaba con devorarla.No vio a Donovan allí, pero él la vio y la siguió discretamente, percibiendo que no estaba bien. Aurora se mantenía de pie apoyándose en las paredes, temblando, sus manos abriéndose y cerrándose como si quisiera sostener algo para no derrumbarse.No era un hombre sentimental, pero algo en aquella escena le causó un profundo malestar después de haber presenciado la discusión.La siguió hasta que tomó un taxi de regreso al campus. Al llegar, caminó por el lugar con la