POV: AIRYSDestellos estallaban en mi mente. Gritos. Llanto. Alguien suplicando por su propia vida. —Por favor… ¡Ya ganaste! —La voz era temblorosa, desesperada. Sonaba como Hamissa—. No tienes que matarme… Un susurro invadió mi mente, frío y cortante, como una hoja presionada contra mi nuca. “Sin piedad”. Mátala.” Mi respiración se quebró. ¿Qué estaba pasando? Estiré los brazos frente a mí con dificultad. Estaban cubiertos por un líquido espeso, oscuro y caliente. Sangre. Mis dedos temblaban. El olor a hierro me quemaba la nariz. Jadeé. ¿Esa sangre era mía? ¿Estaba de pie? Mis sentidos estaban confundidos, como si estuviera entre la reali

POV: AIRYS—No necesitas temerme —su voz llegó ronca, grave, con ese tono que hacía vibrar el aire a nuestro alrededor. Se inclinó lentamente, sus ojos recorriendo mi rostro con una atención que quemaba. Su mirada se detuvo en mis labios, y sentí que mi corazón perdía el ritmo. —No voy a hacerte daño, Airys —dijo, la voz más baja, pero con una firmeza que me dejó inmóvil. Su mirada volvió a la mía con una brutalidad sincera, como si me obligara a creerlo, aunque ni él mismo supiera cuánto tiempo podría sostener esa promesa. —No voy a herirte de ninguna forma —replicó, más alto, más intenso. Jadeé, sorprendida. Mis labios se entreabrieron por instinto, mi cuerpo respondió antes de que mi mente pudiera procesarlo. M

POV: AIRYSMe estremecí al ver entrar a Jasper. Mantenía las manos detrás de la espalda, la cabeza ligeramente inclinada, como si llevara cierto peso sobre los hombros. —Tú. —Me giré sorprendida, mi tono afilado—. ¿Qué haces aquí? ¿No deberías estar en el festival consolando a Lify? Él alzó la cabeza y sonrió de lado, con ese brillo sarcástico habitual reluciendo en sus ojos. —Es justo que estés molesta conmigo. —Su tono era relajado, pero podía notar la cautela debajo—. Pero sabes que soy oficialmente tu niñero, así que tendrás que soportar mi presencia. —¿El Alfa no considera arriesgado dejar a un lobo a mi lado en este período? —Arqueé una ceja, cruzando los brazos mientras lo miraba fijament

POV: AIRYSSus pupilas se dilataron de forma peligrosa, depredadora. La manera en que se movía hacia mí era una tortura lenta, meticulosamente calculada… tal vez para poner a prueba mi resistencia. O para darme la oportunidad de huir. Como si yo fuera a escapar. Cada paso suyo hacía vibrar el aire a mi alrededor, como si el ambiente reaccionara a su presencia, como si la montaña también supiera lo peligroso que era tenerlo cerca. Se detuvo frente a mí, y el calor de sus dedos contrastó de forma brutal con mi piel fría. Cuando se deslizó por las curvas de mis brazos, un estremecimiento violento recorrió mi columna, como si acabara de despertar todos mis nervios a la vez. Mi cuerpo se inclinó involuntariamente hacia él. Y entonces lo vi: sus ojos terrosos cargaban una furia primitiva, una línea de control tenue estirada al máximo. Su pecho subía y

POV: AIRYSSu mano subió de nuevo, apretando uno de mis pezones con firmeza, mientras la otra me obligaba a recostarme, manteniendo el control absoluto. Me moví inquieta bajo él, temblando. Todo mi cuerpo latía. Estaba al límite, desesperada, húmeda, demasiado encendida para cualquier retroceso. Daimon bajó más, mordió la parte interna de mi muslo con fuerza suficiente para dejar marca. La punta de su dedo recorría mi sexo, provocando, delineando los bordes, acercándose a la entrada y alejándose otra vez, sin tocar exactamente donde yo imploraba. — Maldito. — resoplé, jadeando fuerte, cubriéndome los ojos con la mano como si eso pudiera ocultar cuánto me estaba destrozando con sus provocaciones. — Alfa… por favor… —La súplica escapó antes de que pudiera tragarme el orgullo. Me ren