-Lo siento Sebas, yo solo decía.-No te pago para que digas Tamara, sino para que sigas las órdenes que te doy.Cada vez que Sebástian trataba de esa manera a Tamara, con desprecio, Cloe era quien pagaba las consecuencias, porque un mensaje de texto que decía “golpéala sin piedad”, llegaba a manos de Manuela.-Por favor, ya no me golpees mas, te lo suplico, yo no diré nada, firmaré lo que quieras, pero ya déjame ir, decía Cloe apenas y si podía hablar, todo lo que la señora Sánchez le había dicho, le parecía una pesadilla, ella entraba en estado de inconsciencia y volvía a estar consiente por algunos momentos.Cuando Tamara salió de la oficina de Sebástian, este volvió a leer la carta que le llegó a su correspondencia, de parte de una supuesta Cloe.-Sebastián, me has hecho daño, no confiaste en mí, no me interesas para nada, en este momento puedes hacer tu vida con quien desees, con Tamara por ejemplo, ella es una mujer espectacular, es de tu altura, buena para los negocios, es lo q
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