En una suite de un hotel cercano, Gianluca maldice mientras golpea con fuerza a uno de sus hombres que había osado interrumpirlo para informarle que Caterina había abandonado la clínica con Rocco Mancini.            —Ese imbécil arrogante no va a quedarse con mi esposa, prefiero pegarle dos tiros y enterrarla tres metros bajo tierra, donde nadie la encuentre, y que él nunca la tenga— Su odio contra Rocco aumenta cada vez más y de manera desproporcionada. — ¡Lárgate! — le dice al hombre que, con la cara inflamada y ensangrentada, sale corriendo de la habitación.             Rocco había osado tomar a su hijo y llevárselo y ahora tomaba a la estúpida de Caterina, que al parece

           Vuelve a servirse un trago de licor y Salvatore le dirige una mirada de reproche, no puede precisamente en este momento jugar con sus niveles de azúcar.            —¿Se sabe algo de la persona que le ha entregado la información sobre Nicola a Ruggieri? — Salvatore niega avergonzado.         Solo él y su hermana sabían sobre Nicola y él está seguro que su hermana no vendería a Rocco y  por supuesto él tampoco lo haría, así que solo queda la opción de que alguien en la casa lo hubiese escuchado, porque antes de que Luca se fuera con Caterina, le pidió a este revisar la casa, y no había micros instalados.            —Rocco, yo nunca te traicionaría y mucho menos Claudia —dice Salvatore, consciente de lo delicado de la situación.     

            Rocco, perdido entre sus pensamientos, observa con intensidad a las dos siluetas que en la penumbra resaltan entre las sábanas, mientras una amalgama de sentimientos que hasta el momento no ha logrado identificar se apoderan de su cuerpo y de su alma.            Lleva varias horas sin dormir, los últimos acontecimientos no le han dado ninguna tregua y la reacción de Ruggieri está colmándole la paciencia. Además de que los miembros del consejo de la Ndrangheta  se encuentran inquietos y ya no están de acuerdo con dejar el castigo de su hermano Ettore en sus manos.            Desde hace meses todos saben que su hermano fue el que orquestó el ataque al consejo de la ‘Ndrangheta y aunque les costó convencerlos,  es

            —¿Qué ha pasado? — Rocco entra a su oficina en la villa de Scilla con paso decidido.            Lucas lo despertó y tuvo que abandonar el calor de la cama en la que se encontraba con Caterina y Nicola, sin decirles nada en absoluto. Los observó por última vez y acarició sus cabellos, besó la frente de Caterina y la hermosa cabellera negra de su hijo y salió de la habitación y de la casa en la montaña de Calabria, sin mirar atrás, convencido de que cuando volviera a verlos, Ruggieri no estaría más en sus vidas.            —Han atacado el embarcadero y han incendiado dos de nuestros mejores restaurantes en Scilla. — Rocco cierra las manos en puños al escuchar a Salvatore que ha estado tratando de controlarlo todo durante las últimas horas.        &