—Buenos días, Paola —saludó cortésmente mientras se quedaba de pie.—Buenos días, Rayan. Por favor, siéntate.Rayan tomó asiento con suavidad y dijo:—Sé que estás ocupada en el trabajo y no quiero molestarte. Sin embargo, he estado analizando los datos de tu empresa y, por lo que veo, no ha habido
Leer más