Capítulo 81. Despecho. Valentina está disfrutando de la fiesta; hay música, baile, pero la mejor parte es cómo se desahoga por medio de canciones que le llegan al alma y al corazón”. “Adicta al dolor – Marbella”. —Hoy yo quiero brindar por tu maldito amor… —Toma de su trago levantando su trago. —Aunque parezca que soy adicta al dolor —Ella mira a la cámara con dolor, señalando como si le estuviera hablando a él—. Tú crees que yo soy tonta, que no me doy cuenta. Pero lo que no sabes es que perdí la cuenta… —grita—. De todo lo que me hiciste y nunca te arrepentiste. Todas las conversaciones con tus ex ya me las sé. Tú me dices que estoy rara, que estoy loca y hago drama. Pero me toca aparentar que soy la única en tu cama. Mi corazón dolido aún se muere por ti. Yo sigo convencida de que nací para ti. Mi corazón dolido aún se muere por ti. Me sigue preguntando por qué tú eres así. ¿Por qué tú eres así, mi amor? Y yo te amo así… —esa última parte duele demasiado, Valentina siente

Capítulo 83. Estrategia. Una noche larga para Ricardo, Olivia en la cama y él sentado en el sofá; la mira, su dolor, su fragilidad, los pensamientos de que ahora tuvieran un hijo, el dolor de haber perdido, la inquietud por la situación con Valentina lo están volviendo loco. No puede descansar, no lo desea; le duele tanto el alma que es una tortura pensar. Su mano derecha tiembla ligeramente por la ansiedad; aún se siente consternado y el medicamento tiene efecto tardío. Hace mucho no se veía en una situación así; ha vuelto a sentirse impaciente y débil, pero lo que más le molesta es la presión en su corazón. * Al amanecer, Olivia despierta notando que Ricardo ya está levantado y se encuentra de pie, con las manos entre los bolsillos de su mono, mirando a la distancia por la ventana; ella se levanta sigilosamente, aproximándose a él. —Buendía, días, mi amor. —Lo besa en el cuello, llamando su atención. Ricardo, a su vez, se voltea para verla con una expresión firme. —¿Te sali

Capítulo 85. Desilusión. Pablo la abraza; Valentina aguanta las lágrimas correspondiendo a su abrazo hasta que siente llegar a Ricardo. —¿Ya está lista la cena? —pregunta, causando que Valentina y Pablo se alejen. —Sí, muchachos, te estábamos esperando. Todos se levantan caminando al comedor; quedar frente a ella es como volver a lo que eran antes de ese viaje, pero esta vez hay mucha indiferencia de parte de Valentina, quien solo se limita a comer, mientras escucha la conversación de lo sucedido en América un poco irritada al ver que él evade con eficacia el hecho de que estaba con Olivia, típico. * Al terminar de comer, todos se van a sus habitaciones. Valentina toma lugar en su lado de la cama enfocada en su celular, mientras que Ricardo intenta ver una película, sin poder pasar de lado la idea de que no fue ella quien le preparó la cena. —¿Quieres que te acompañe mañana al centro? —No es necesario, fui hoy. Buena noche. —Buenas noches, Valentina. Como de cost

Capítulo 87. Desafío. Valentina lo mira en silencio con lágrimas a punto de salir, no puede soportarlo más y se mueve, tomando la almohada y una sábana y se la arroja. —Perfecto, será como tú quieras. —Valentina se encierra en el baño dando un portazo. Es su primera discusión real, la que más cala en ambos; ella llora en silencio, mientras que Ricardo en la habitación no puede controlar sus emociones. Esa presión constante en su pecho, la debilidad de su cuerpo, es como un golpe duro de asimilar. Ella demora en salir del baño; se escucha la llave abierta. Ricardo la espera hasta que la ve salir directo a la cama, donde se acomoda dándole la espalda, y en segundos la habitación queda a oscuras al apagar la lámpara. Silencio total, ella llora en silencio, él no puede dormir, la inquietud, la ansiedad; aun así, ninguno de los dos da su brazo a torcer; el orgullo los consume, permitiendo que esto sea más grande que sus sentimientos. * Nuevo día. Ricardo despierta escuchan