POV EmilyEl señor Jones parece haberlo olvidado, pero creo que es mejor para mí. Me estaba matando la vergüenza.Desde que desperté esa mañana, tenía en mi cabeza el momento en que él me besó, podía sentir sus labios todavía en mi boca. Es extraño, lo sé, pero juro que tenía esa sensación ahí.Debí levantarme de inmediato, no podía quedarme, tenía que… Dios, ¿Qué me pasaba por la cabeza? creo que sí él no se levanta con ganas de vomitar, hubiera pasado algo más.¿Pude cruzar límites con el señor Benjamín?Mi conciencia se remordía, porque yo estaba demasiado consciente, por lo menos más que él. El señor Jones estaba ebrio, quizás su mente estaba más bloqueada que la mía, pero yo… ¡Ay, Dios! Yo lo dejé avanzar demasiado, ¿por qué?Estaba como tonta recostada en la cama con el señor Benjamín, él encima de mí intimidándome con su mirada, enfocado en mis labios, mirando mi pecho recostado al suyo. Miraba mi boca c

POV EmilyAl final, la cama era para mí, fue cuestión de batallarla un poco. Oficialmente este sería nuestro último día en la hermosa playa. Ya nuestros equipajes estaban listos para volver, por fin acabo el largo fin de semana y la extensa celebración del cumpleaños de la señora Pedroza.—Los equipajes están siendo llevados al auto, ya terminé de cancelar todo en la recepción.—Está bien, solo deme un momento más.Estaba de frente en el espejo intentando maquillarme ligeramente.—¿Cuánto tiempo necesita?—Cinco minutos, ya estoy terminando.Miré por el espejo al señor Jones y este solo me observaba. Me incomodé un poco, eso de aplicar máscara de pestañas mientras observan, es un reto.Salimos de la habitación y nos dimos cuentas que más parejas también se retiraban. Entramos al elevador y por alguna razón ya no se siente extraño estar a un lado del señor Benjamín. Ya no lo odio tanto como antes.El elevador nos deja en la planta principal del hotel, la salida se veía desde ahí.—¿Se

POV BenjamínEstaba sentando en el aula múltiple, así le llamamos a este salón que está en el piso número tres. Las carpetas con la información que necesitábamos estaba en los lugares de los que serán asistentes y que iban llegando uno a uno.Leí el título en la carpeta, decía “Gala de Lujo y la Innovación en Belleza” ese el nombre del evento de una importante empresaria que nos ha extendido la invitación.Acomodé mi traje y mejoré mi postura, una vez que todos estaban aquí.—Vamos a dar inicio —indiqué—. Como bien saben, este evento no solo es una vitrina importante para nuestra marca y la nueva campaña. Esta es una oportunidad para reposicionarnos en el mercado dentro de marcas de lujo. El trabajo que hemos realizado me ha parecido fantástico, pero los detalles pueden hacer la diferenci

POV BenjamínNo imaginé la manera en que Emily había terminado aquí, sé que lo que hice aquel día en el restaurante en que trabaja, fue un poco fuerte, estaba molesto por su manera de afrontar las cosas y soy consciente de que fue despida, pero no sabía en realidad cuanto le había perjudicado.—No recibí una liquidación por el tiempo que estuve en el restaurante, quien era mi jefa dijo que pagó mucho dinero por su ropa dañada.Ella sonríe y me observa.—¿Sabe que fue lo peor? Que le debía dinero a la dueña del lugar donde vivía. Ese día iba a completar ese dinero, estaba a punto de terminarlo de reunir, pero vaya sorpresa, terminé siendo despedida. No quiero ni acordarme de ese día, quise esconderme de la casera, pero insistió tanto que no pude ignorarla y le di la cara. Tuve que darle lo que tenía, me quedé sin nada en mis bolsillos. Me acuerdo y quisiera reírme, pero no puedo.—¿De verdad no tenía nada? ¿y sus ahorros?—No tenía ahorros, señor. Es más, cuando supe del casting, no ib

POV EmilyAquel vestido combinaba la sensualidad con la elegancia. Estaba admirada, completamente maravillada con lo que ahora llevaba puesto. El vestido era en una tela como la seda, tenía cierto brillo por si misma que la hacía relucir. Tenía un corte de sirena, se veía mejor mi figura. Estaba ceñido en mi cintura, caderas, pero más abajo se despega de mi piel de manera fluida hasta rozar con el suelo.Tenía un escote en mi pecho en forma de un corazón, no mostraba demasiado, sin embargo, dejaba que la espalda tuviera un poco más de protagonismo, pues estaba descubierta. Pero, tenía unos finos tirantes con pedrería que cruzaban de un lado al otro, parecía estrellas en mi piel.En un costado, por mi muslo, tenía una abertura que al caminar mostraba parte de mi pierna. Era equilibrado hasta yo quería, era lo justo; podría provocativo y al tiempo con clase. Lo mejor, su color, un hermoso rojo vino perfecto.—El señor Jones está abajo, hay que darnos prisa.—Pero ya estoy lista —dije de