—Dime, ¿qué es lo que necesitas, Ruby? —inquirió Sung-Hoon, su tono amable contrastando con la incomodidad que sentía ella.Ruby, avergonzada, no quería pedirle dinero, pero sabía que no tenía otra opción. Con un valor que no le pertenecía, conectó con su mirada y le explicó.—En realidad, necesito dinero. No es demasiado, tampoco es como si pudiera pedir una gran cantidad, lo que quiero decir es que...—Ah, así que solo se trata de eso —interrumpió él, sacando algo de su pantalón y extendiéndole una tarjeta—. Puedes usar mi tarjeta para lo que desees. No te preocupes.—Sung-Hoon, no puedo hacer eso. Como has dicho, es tu tarjeta, además solo...—El dinero para mí no es ninguna preocupación, y ahora que te has convertido en mi esposa, tampoco debería ser una inquietud para ti. Si te pido que uses mi tarjeta es porque así lo deseo, y no tengo ningún inconveniente. Así que tómala.Aún desconcertada, Ruby alargó la mano y tomó la tarjeta que él le ofrecía.—Prometo comprar solo lo que ne
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