Capítulo 102 Estoy aquí para ti—No, eso sería peor. Mi mamá no ha sido la misma después que supo lo de papá y la secretaria —dijo Eleonor, con voz queda.— ¿Tiene algo que ver con el escándalo que hizo Carla? —preguntó Luca, frunciendo el entrecejo.Eleonor no podía engañarlo.—Sí, Cristina no sabe ocultar un buen chisme.Luca se acercó a ella y la tomo por los hombros.—No voy a dejar que vayas sola a eso, Eleonor.—No lo entiendes, Luca. No puedo dejar que vayas. Sería demasiado para ella. Mi mamá no ha sido la misma desde que descubrió el engaño, de mi padre. Eso la dejó destrozada. No puedo exponerla más a conflictos o aclaratorias, la conozco, ella no entenderá nada de lo que le diga.Luca se sintió terrible al verla así tan preocupada, siendo el responsable directo de sus problemas.—Es por eso que debo ir contigo. Acabo de afirmarte lo que siento por ti. Yo soy el responsable de los rumores, y es mi deber estar a tu lado. Le daré la cara a tu madre. Le diré que no tienes nada

Capítulo 104 Años de ausencia maternalSamuel asintió, su sonrisa se desvaneció convirtiéndose en una expresión seria y determinada.—Sí. Quiero verlo directamente a los ojos. Quiero saber si ese hombre es bueno, como tú dices. No desconfió de tu criterio, pero… deseo estar seguro de que es digno del amor de mi hija. Él no tiene que pensar que estás sola en este mundo, tiene que saber que tienes una familia que te respalda.El corazón de Eleonor latía con fuerza, una mezcla de emociones la envolvían, ternura, temor y alivio. Por un lado, su padre la tomaba en serio, él quería ser un verdadero padre; por el otro, la ponía en una posición increíblemente vulnerable. Un encuentro entre esos dos hombres. ¿Qué pensaría hacer Samuel?Eleonor no supo qué responder por un momento, el nudo en su garganta había vuelto. Se dijo a sí misma que entre Luca y ella no estaba nada definido como para que su padre le preguntara sus intenciones. de hecho jamás pensó que dado el carácter indiferente de su

Capítulo 106 Eleonor es…El automóvil se deslizó en el tráfico de la ciudad. El silencio era pesado, no triunfante. Era la calma que sigue a una larga y agotadora guerra. Luca se recostó contra el asiento de cuero, el rostro todavía inexpresivo mientras miraba el horizonte.—Fabricio, gestiona lo de la pensión, entrégale los papeles de un Penthouse y haz los arreglos para que se vaya de la casa. Más adelante quiero vender la mansión Smith. No quiero nada que me recuerde mi vida pasada, ni a mí ni a mi hija. También pon a su nombre mi participación en Romano Couture.Fabricio lo miró de reojo, la incredulidad en su rostro era evidente.— ¿Estás seguro de eso?Luca se mantuvo inmóvil, sus ojos fijos en la nada. No estaba pensando en los millones que estaba dando. Para él, era un precio pequeño por la paz mental que anhelaba. Cada dólar que le entregaba era un eslabón menos en la cadena que lo ataba a esa mujer y a ese matrimonio tóxico.—No es lo que se merece, pero la quiero fuera de mi

Capítulo 108 No quieres volver a verme— ¿Qué te pasa, Luca? —se escuchó un ruido al otro lado de la línea, como si ella se hubiera levantado de la mesa—. Recuerda que nosotros trabajamos juntos.—Eso no significa que deban tener un agradable almuerzo —dijo Luca, su voz ya no era tensa, sino abiertamente acusatoria—, sobre todo si no está el cliente.— ¡Luca, ¿Estás volviéndote Loco?! —la voz de Eleonor denotaba una mezcla de confusión y frustración. Su calma se desvanecía ante la inexplicable hostilidad de él—. ¿Sucedió algo? ¡No dijiste que todo estaba solucionado! ¿Pasó algo con la custodia de Jennifer?Luca trató de calmarse. Se pasó la mano libre por el cabello mojado, el tic en su ojo se hizo más notorio.—No pasa nada. Solo me ilusioné pensando que podíamos salir juntos, tú, Jennifer y yo. Dime dónde estás, iremos hasta allá.—No es necesario, ya casi terminamos.El control de Luca se fracturó. El nudo en su pecho se apretó aún más. Su voz se volvió cortante.—Bien. Deja que él

Capítulo 110 Lo resolvemos juntosNo había terminado de hacerse esa pregunta, cuando escuchó que la puerta se abría y uno de los objetos de sus pensamientos entraba por ella.— ¿Luca?— ¿Qué te está pasando, muñequita? ¿Te sientes mal? La verdad es que no quise pelear contigo, solo estoy celoso de que otro hombre esté a tu lado —preguntó Luca, mientras se acercaba a ella para abrazarla.— ¿No ibas a salir con Jennifer? —le preguntó ella.—Le dije que lo haríamos más tarde. Me tienes preocupado.—Yo… —respondió Eleonor, y de inmediato recordó que en sus manos tenía la prueba de embarazo. La escondió a su espalda. Aún no estaba preparada para hablar de eso. Sin embargo, comenzó a llorar en su hombro sin parar.Con un movimiento suave, él se separó un poco y la observó llorosa, lo cual lo inquietó un poco. Luego, besó suavemente su boca.— ¿Me cuentas qué pasa? ¿Si quieres, lo podemos solucionar los dos juntos?Eleonor sintió que le faltaba el aliento, tocó su pecho. Recordó el pasado cu