—Señora Landry, su hijo y su cita han llegado —anunció Doug, haciéndose a un lado para que entráramos.Donna Landry llevaba uno de sus vestidos hermosos y su cabello negro azabache estaba rizado alrededor de sus facciones, coronando su rostro en forma de corazón. Era una mujer hermosa y nunca podrías decir que tenía hijos que estaban en sus 30s. También era una mujer intimidante, y puedo decir que nunca sonreía... excepto cuando estaba con Daisy. La he visto sonreír con Daisy.—Gavin, me alegra mucho que pudieras venir a cenar —dijo, señalando el pequeño sofá al otro lado del sofá de dos plazas en el que estaba sentada. Su pierna delgada estaba cruzada sobre la otra y tenía una taza de té en sus manos perfectamente manicuradas.Gavin me hizo una seña para que me sentara en el sofá, soltando su agarre en mí, aunque parecía reacio a hacerlo. Fui al sofá y me senté en él, tratando de no notar cómo la mirada de Donna siguió cada uno de mis movimientos.—Madre —saludó Gavin mientras fue hac
Leer más