"Sabes delicioso, ¿no crees?" Le pregunté entre besos.Ella me empujó hacia atrás y se puso de rodillas. No perdió tiempo, abrió la boca y me tomó en un movimiento fluido. Su lengua giró alrededor de la punta, lamiendo el líquido preseminal que goteaba. Su mano apretó mi eje bombeando hacia abajo, su boca la seguía, hundiendo sus mejillas mientras succionaba, tirando hacia arriba. Cada vez me llevaba más profundo hasta que la punta tocaba el fondo y ella se ahogaba. Lo hizo varias veces hasta que su garganta se relajó.Mi mano se cerró en su cabello y mis caderas se movieron hacia adelante cuando ella se quedó quieta, levantando la cabeza para mirarme. Maldita sea, verla de rodillas con mi polla en su boca era mi perdición. Empujé con un gruñido y ella gimió alrededor de mí mientras sentía cómo entraba en su garganta. Observé cómo su garganta se movía. Su mano se deslizó entre sus piernas y sus dedos desaparecieron dentro de su coño."Joder Ángel, voy a venirme". Gimió de nuevo, envian

"No vas a huir otra vez, Ángel. Te perseguiría hasta los confines de la Tierra para recuperarte, caminaría a través del fuego del infierno solo para abrazarte de nuevo. Te amo, Ángel, lo diré hasta que lo creas. Siento lo que te hice y siento no haber escuchado a mis hombres respecto a ella, ten por seguro que nunca volveré a cometer ese error. Eres mía, Ángel Moretti, pero más importante que eso, yo soy tuyo. Mi corazón te pertenece." Tragué saliva ante sus palabras mientras seguía trazando cada letra. Dios mío… el tatuaje… sabía lo que significaba."Propiedad de Ángel Moretti." Dije levantando la mirada hacia él, que sonreía suavemente, asintiendo con la cabeza."Siempre ha sido tuyo. Te amo y te haré mía, pero quiero hacerlo bien. Una vez que nuestra hija y tú estén a salvo, las reclamaré oficialmente a ambas. No voy a ir a ningún lado, Ángel, y tú tampoco." Me besó. Me quedé en shock por un segundo, luego le devolví el beso."Ya era hora de que ustedes dos arreglaran sus problema

"¿Está mala la leche?" Preguntó al acercarse al refrigerador, tomó el cartón y lo abrió, oliéndolo."No bebé, está bien". Le respondí, ella se encogió de hombros y se preparó un café sin leche. Y a mí me llamaban Salvaje."¿Dormiste bien, princesita?" Le preguntó a Rebel, que asintió y siguió comiendo sus huevos. Me reí de ella; así eran nuestras mañanas; normales, eso me encantaba. Pero ese momento de normalidad se rompió cuando Blaze entró en la cocina usando solo bóxers, por lo que me levanté, cubriendo los ojos de Rebel. Gruñí y él se detuvo en seco. Miró hacia abajo y sus ojos se abrieron de par en par."Al menos está cubierto. Dios, eres como mi madre, Salvaje. Además, ya has visto..." Ángel le dio un golpe en la cabeza haciéndolo chillar."¡Dios! ¿Y eso por qué fue? No iba a decir nada malo. Tengo clase, ¿sabes?" Se quejó, frotándose la nuca, entonces Coral entró y lo miró, frunciendo el ceño, con los brazos cruzados sobre su pequeña barriga."Ve y ponte ropa de una vez. No qui

Punto de vista de Ángel "¿Y? Aun así creíste en su palabra, así que tú también tienes la culpa. ¿Qué tal esto? ¿Dejo que mi hija decida qué haremos contigo? Después de todo, le hiciste lo que le hiciste. Tal vez no tú personalmente, pero le ordenaste a tus hombres que lo hicieran, y lo hicieron". Dijo, sentí la bilis subir por mi garganta."Mamá, haz que pague". Le pedí. Ella giró sus ojos verdes hacia la pantalla y mostró una sonrisa malvada, entonces vi a mis hermanos y a mi padre entrar en escena."¡Hazlo!" Ordenó. Aparté la mirada, al oír sus gritos salí corriendo de la habitación a la cocina y vomité en el fregadero. Seguí vomitando hasta que no me quedó nada más que botar. Unos brazos me envolvieron y me recosté en su abrazo."Estás bien. Te tengo". Susurró Ryder mientras las lágrimas salían de mis ojos. Sabía lo que le estaban haciendo a Crusher y lo que seguirían haciendo. Eran la maldita mafia y el cártel, así que no saldría vivo de la habitación roja, de hecho, saldría en

“No hay descanso para los malvados”. Dijo ella mientras me besaba. La ayudé a ponerse de pie, enseguida volvió a ponerse a dirigir dónde quería que fuera cada cosa. Esa noche caería rendida, de eso estaba seguro.“Entonces, ¿hay alguna novedad sobre el resto de las Viper?” Me preguntó Blaze.Yo negué con la cabeza, teníamos equipos revisando todos los lugares donde solían tener casas seguras, pero estaban vacíos. Donde sea que se hubieran ido, sabíamos que estaban esperando el momento justo para atacar. Los Moretti habían desplegado a sus hombres por toda la ciudad y en el complejo, por si acaso.Gianni, Marco, Vinnie y su mujer, Emma, estaban allí, manteniendo la seguridad al máximo. Según ellos, debían asegurarse de que todos estuvieran a salvo. Al principio lo tomamos como algo personal, pero entendimos: la heredera de la familia DeNucci y mi pequeña princesa estaban allí, y su seguridad era lo primero. Mis hombres eran suficientes para protegerlas, pero esos refuerzos ayudaban muc