CHRISAquí están. Al fin, después de tantas horas de una jodida angustia que no me dejaba ni siquiera respirar, tengo los papeles en mi jodida mano. Los tengo desde hace más de una hora, pero he sido incapaz de abrirlos.En mi pecho tengo la jodida sensación de que sin importar qué mierda digan, toda mi vida cambió y aunque sé que es algo importante, me veo negado a ser yo quien revele la verdad sobre lo que podría pasar a partir de este momento.Tengo a Sophie, estamos intentando al menos recuperarnos lo suficiente para poder tener una conversación real después de tantos meses y no quisiera que este resultado lo jodiera todo. ¿Y si no dice lo que quiero saber? ¿Y si me dan una respuesta que me niego a aceptar?Todo esto está volviéndome loco hasta el punto en que no encuentro otra salida más que caminar por los pasillos hacia la puerta que golpeo con rapidez una y otra vez hasta que me abre.La mujer frente a mí me mira con extrañeza, mucho más cuando le tiendo el sobre obligándola a

SOPHIE—¿Quieres contarme qué pasó, Sophie?Levanto la mirada de la tela del sofá en la que estaba tan concentrada, mirando a los ojos a la terapeuta quien finalmente me sonríe de forma amable, como cada vez que tenemos sesión juntas.—¿Sobre qué?—Sobre la visita a casa de Carrie.Frunzo el ceño de inmediato.—¿Cómo sabe dónde fui?Se encoge de hombros.—Porque me imaginé que ambos, de alguna forma, acabarían en ese lugar.—¿Cómo que ambos?—Verás, Christopher tenía como tarea hablar con esa mujer e intentar llegar a un acuerdo sobre cómo se darían las cosas de ahora en más con ese bebé en camino—dice, enseñándome un sobre—. Él me lo contó todo, además trajo el sobre para que sea yo la única persona que tenga la verdad hasta el momento de nuestra sesión de terapia.Sorprendida observo el sobre en sus manos, lo que me altera hasta el punto en que los latidos de mi corazón se aceleran.—¿Esa es la prueba de paternidad?—Lo es.—¿Y qué dicen?Se encoge de hombros.—Sabremos eso cuando t

SOPHIECarrie ni siquiera está embarazada. Carrie no tiene ningún bebé. Chris no va a tener hijos con esa mujer. Mi bebé no tendrá un hermano.Absolutamente todo lo que creí es una completa mentira.Mes tras mes de puras estupideces. Semanas enteras pensando que esa mujer iba a tener un hijo de mi esposo en base a sus jodidas mentiras e incluso decirme a la cara que esperaba que nuestros hijos fueran hermanos cuando sabía bien que nada estaba creciendo dentro de ella. Juro que no puedo entenderlo. Me cuesta crees que alguien tenga tanto nivel de locura en su cabeza, pero yo la vi. En mi propia cara me dijo que estaba embarazada, que no iba a quitarle a Chris pues ella planeaba darle esa familia que él tanto desea y ahora... hija de puta.Lo único que quería era torturarme, estoy segura. Quería lograr que mi propia cabeza se convirtiera en mi infierno personal después de no quedar nada en mi vida que no hubiera destruido ya.Es una perversa. Perversa con todas las jodidas letras de la

SOPHIE—Traquila, cariño, todo va a estar bien—dice Chris, sosteniendo mi mano. Y ojalá le creyera, sin embargo estoy tan adolorida que apenas y puedo asentir para dejarlo un poco más tranquilo.Y es que todo ha sido un puto caos desde el momento en que descubrimos que Carrie fingió su embarazo todo el tiempo. Eso sigue siendo una méndiga sorpresa, además del hecho de que tuvimos que ponernos a explicarles a los policías en la escena que no queríamos huir sino que debíamos de venir al hospital. No fue hasta que un paramédico afirmó que lo que se derramó fue líquido de mi bolsa rota que nos permitieron subirnos a un coche patrulla que nos lleva hacia el hospital. De otra forma, habría tenido al bebé en casa de Carrie, estoy segura. Y eso me molesta.Este momento no se supone que debía de pasar así. Esta reconciliación con Chris no debería de verse envuelta en todo este drama y lo peor es que mi bebé no debió de venir al mundo debido a mi estrés, pero así es la vida. O mi vida al menos,

CHRIS—No quisiera que estuviera preocupado por esa mujer, señor Marshall. Estará bajo revisión psiquiátrica, además tendrá un guardia en la puerta todo el tiempo.Suelto un gran suspiro. Antes de poder pedirle también seguridad doble hasta en el pasillo, una enfermera ingresa en el cuarto observándome directamente.—Señor Marshall, estamos listos para usted. El procedimiento está por comenzar y necesitamos que se prepare.De inmediato me pongo de pie.—Detective—le tiendo la mano—, fue todo un placer. Si algo más se le ocurre o tiene dudas, sabe dónde encontrarme.El detective se pone de pie, estrechando mi mano con un fuerte agarre.—No se preocupe, me verá de nuevo. Tengo que tomar la declaración de su esposa, pero por el momento, lo más importante es que usted se prepare para conocer a su hijo.—Muchas gracias. Podemos irnos haora.Después de decirle a la enfermera que podemos irnos, me acerco a la puerta. Ella me lleva por un pasillo en donde tomamos un ascensor hacia un piso más