Ahora, Omar, ese desgraciado, ya tenía a otra a quien mimar.Daniela reprimió su ira, habló de manera muy humilde:—Omar, ¿podemos hablar?Omar acompañó a su nueva novia al coche, se irguió y miró a Daniela con mucha frialdad, luego sacó una cajetilla de cigarrillos del bolsillo de su chaqueta, sacó uno y se lo puso en los labios, lo encendió y fumó despreocupadamente, su actitud también era indiferente:—Daniela, he estado con un sinnúmero de mujeres, pero nunca había visto a una tan estúpida como tú.—Comes de mi plato, usas mi dinero, y por detrás todavía quieres conquistar a Theo.—¿Provocaste a Jazmín?—Ja, ¿sabes lo que estás haciendo? ¡Estás arruinando mis oportunidades de negocio! No me importa con cuántos hombres te involucres, no me importa si realmente me quieres o no. Yo solo estoy pagando más dinero por una acompañante más cara. Los celos y las peleas son una broma, pero tú me has hecho enemistarme con personas que no debía ofender.—Jazmín, ¡ella tiene el apellido Uribe!
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