Los días van pasando y con eso mi angustia crece, aunque he tratado de mantenerme lo más serena posible, es difícil cuando se trata de la vida de tu esposo, padre de tus hijos. Ahora me encuentro arreglándome para ir al hospital porque hoy despiertan a Federico, no puedo creer que sea la segunda vez que estoy pasando por esta situación en tan poco tiempo, juro que si mi esposo sale de esta le prohibiré volverme a darme un susto de tal magnitud. Llegué al hospital y toda la familia se encontraba reunida, solo los saludé porque no quería hablar, en realidad solo quería que llegara el momento de despertar a mi esposo… Kate nos vino a buscar junto con el neurólogo y fuimos, ellos comenzaron a colocar el medicamento y yo solo observaba, después de unos minutos él comenzó a reaccionar y los médicos comenzaron a revisarlo, a esta altura tenía lo peor porque él no era capaz de decir ni una sola palabra. —algo sucedía porque mi cuñado despertó y no fue capaz de reconocerme, entonces comencé

Ella me tenía totalmente intrigado, quería saber qué fue lo que me hizo enamorarme y casarme, aunque ahora tenía muchas dudas, porque después de la historia que ella me contó de nuestro matrimonio en las Vegas. No sé si estoy a su lado porque realmente la amo o por compromiso, eso genera un poco de temor en mí, no he dejado de verla fijamente a los ojos mientras me alimenta, y sí. Puedo decir que me atrae mucho porque es hermosa y siento que hay una especie de conexión entre los dos, pero ella huye de mi mirada, detuve su mano cuando retiró la cuchara de mi boca, ¿por qué no me ves a los ojos? —porque es difícil para mí Federico, estamos casados, pero no puedo actuar como normalmente lo hago porque tú no me recuerdas, esa es la razón por la cual huyo de tu mirada. —¿cómo actuarías un día normal? —primero que nada, hoy no es un día normal porque regresaste de la muerte y si no hubieses perdido la memoria lo más probable es que te hubiese abrazado, besado y hubiese llorado al verte d

Mi estado de ánimo había mejorado notablemente en estas últimas dos semanas que mi esposo ha estado compartiendo con nosotros. Puedo decir que Federico es un hombre excepcional, porque, aunque no nos recuerda, hace lo imposible para que estemos bien, a los dos días de volver a casa se recuperó y no ha dejado de consentirnos. Fuimos a la primera ecografía y descubrimos que no tendremos un bebé, sino dos, si señores, estoy esperando gemelos y eso lo puso eufórico, pero también más paranoico que nunca. Así que me cuida de todo, aunque a veces eso suele ser un poco molesto, estoy feliz de saber que él nos cuida tanto, lo he notado muy pegado con los bebés, todos los días le habla a mi vientre y esas son cosas que, aunque no recuerde hacía con mi primer embarazo. Sobre su memoria no hay cambios, al menos no significativo, él dice que sí reconoce los sentimientos que tiene al estar cerca de nosotros o en la casa, pero todavía no llegan las imágenes a su mente. Hemos estado yendo a los chequ

Los meses han ido pasando, con eso nuestra relación se ha hecho cada día más fuerte y aunque es cierto que algunos de mis recuerdos han vuelto, casi recupero mi memoria al 100%, pero siento que recuerdo los momentos más importantes de mi vida, sobre todo de mi matrimonio. Pero mi cerebro ha decidido olvidar los días que estuve en el hospital luchando contra el cáncer antes de la operación y Emily me dice que es porque viví una experiencia horrible, entonces eso me lleva a pensar que no es necesario recuperar esa parte. —estamos muy felices decorando la habitación de nuestras gemelas, no alcanzan a imaginar lo feliz que se puso Federico cuando supo que eran dos niñas, creo que ese día, casi bota la casa por la ventana. Cuando vi sus pequeños cuerpos en la ecografía, entendí que había tomado la mejor decisión de mi vida. Porque le iba a regalar a mi esposo dos princesas y aunque el embarazo ha sido un poco más complicado que el primero lo he disfrutado. —mi amor deberías sentarte un r