Dominic con su pulgar liberó el labio de Aitana, el cual recorrió con su dedo y bajó la cabeza, quedando sus labios a una mínima distancia de los de ella, ambos podían sentir sus alientos en el rostro del otro y solo necesitaban de un mínimo movimiento para que sus labios pudieran juntarse. Aitana lo miró a los ojos, sintiendo como su respiración se hacia más errática al igual que la de Dominic, sin atreverse a moverse, pero también el tonto corazón de ella se aceleró, mientras Dominic mirando entre los labios de ella y sus ojos intentaba luchar contra sus ganas de devorarla. «No debería estar aquí, no debería querer besarla, no debería ni siquiera haberla salvado del castigo que le daría James, porque ella no debe importarme y lo peor es que ni siquiera puedo decir que Xander me está manipulando para sentirme así porque él ha estado distante ya que sigo sin hacer lo que él quiere, entonces esto que siento solo viene de mí, lo cual es malo, debería reprimir esto que estoy sintiend

—James no debiste venir así, si me hubieras dicho que querías que hablemos a solas, nos podíamos poner de acuerdo para encontrarnos en otra parte que no levantara sospechas si alguien llega a vernos juntos, pero no habrá forma de explicar el que te vean entrando o saliendo de aquí. — Suspiró Julia sentándose tensa, no quería que por lo que habían estado trabajando pudiera arruinarse. —Julia este es mi plan, yo sé bien lo que hago, nunca lo pondría en riesgo. — Le recordó James mirándola con molestia. —Está bien, ¿De que querías que hablemos exactamente? — Cuestionó ella mientras lo observaba a él tomar asiento a su lado. —A Dominic le interesa esa mujer más de lo que debería, no es tan simple como pensamos, pude ver cómo la veía en el desayuno, además como la defendió antes de mí me deja claro que tiene algún sentimiento por ella y que tú no estás haciendo lo que debes. — Le reclamó, él pensaba que Julia tenía mucho más dominio sobre Dominic, que lo tendría completamente ena

Aunque para Aitana nada de lo que estaba viendo tenía sentido, esto no había terminado, su mente siguió adelante, mostrando más de lo que ella no entendía de dónde venía. De repente vio a James separarse del beso y con una sonrisa decir: — Hiciste un buen trabajo cariño, pero necesito que te esfuerces más con Dominic, ya yo tengo casi todo listo para la trampa para esa perra. El ceño de Aitana se frunció con fuerza cuando un escalofrío la recorrió luego de escuchar esto, con cierto miedo instalándose en su pecho del cual no entendía una razón, porque se suponía que esto era producto de su imaginación. — Esclava, ¿Que sucede contigo? — Masculló Dominic mirándola entre molesto y confuso al ver que ella seguía sin responder. Aitana lo miró a él y luego a Julia aún aturdida, sin dejar de fruncir el ceño, confundida por lo que su mente le había mostrado de repente, porque aunque quería creer que esto debió soñarlo ella y ahora simplemente lo había recordado, porque no era posible que

De repente para sorpresa de Dinora las rodillas de Aitana se doblaron y suplicó: — Por favor no digas nada aún, sigue manteniendo mi secreto un poco más, es por el bien de mis bebés, tú habías dicho que mientras el embarazo no se note podías seguir manteniendo mi secreto, cumple con eso, no te retractes por favor.Los ojos de Aitana estaban llenos de suplicas, desesperación y miedo, pero aún reflejaban ese espíritu de lucha que estaba dispuesto a todo por sus bebés, era notorio lo buena que era y lo mucho que se preocupaba por Bastian y el bebé que esperaba a pesar de las malas circunstancias en las que estaba y Dinora no pudo evitar que su corazón se apretara al ver a esta madre dispuesta suplicar de rodillas por proteger a lo que más amaba, sintiendo que la vida había sido demasiado injusta con Aitana. —Por favor Aitana, levántate, no hagas esto. — Pidió Dinora intentando ponerla de pie. Aitana se levantó con lágrimas cayendo por su rostro, sabiendo que era injusto pedirle a

El rostro de Aitana pasó de la sorpresa al puro pánico cuando vio a Verónica abrir la bolsa para revisar su contenido y un escalofrío la recorrió antes de lanzarse hacia ella para intentar recuperarla. —Dámela, su contenido no te interesa. — Gritó Aitana nerviosa, al poner sus manos sobre la bolsa que también sostenía Verónica que no planeaba soltarla. Las demás esclavas rápidamente las rodearon al pensar que podrían ver un poco de diversión. —¿Quién te crees para hablarme así? — Cuestionó Verónica arqueando una ceja antes de sonreír con burla y empujar a Aitana lejos en un abrir y cerrar de ojos. — Tú no eres nadie aquí, así que puedo tomar lo que quiera de ti. Las manos de Aitana se apretaron en puños al sentir que estaba poniendo en riesgo a su bebé al intentar recuperar la bolsa porque a Verónica no le importaba lastimarla, de hecho parecía que quería hacerlo y ella había tenido suerte de que cuando la empujó no se había caído ni chocado con nada, pero no podía dejar esto