Ante sus palabras, Anna se estremeció, sin embargo, en sus labios se dibujó una tierna sonrisa.―Te extrañé mucho abuela ――Y yo a ti cariño, estaba tan preocupada ―lloró Alda― ¿Qué haces aquí tía Alda? ―preguntó Iva, quien también se acercó a saludar ―Pensé que Alastor te había pedido quedarte en Wolfsong hasta nuestro regreso ――Prácticamente así lo hice querida ―respondió Alda tras besar la mejilla de Iva ―Sin embargo… ――Fui yo quien trajo a la familia Rizzo tras el aviso del delta ―dijo el hombre detrás de Alda ―Ellos… querían darles la bienvenida ―Ante la declaración, Anna se apartó de su abuela y caminó en su dirección.―E-Espero no sea problema… yo… ―― ¿Cómo es que eso sería un problema… abuelo Logan? ―preguntó Anna utilizando un tono de voz cómplice― ¿Abuelo? ―preguntó el hombre abriendo mucho los ojos―Si eres el compañero de la abuela Alda, entonces, eso quiere decir que ahora eres nuestro abuelo, ¿verdad, Ares, Marco? ――Obvio ―respondieron ambos con entusiasmo―Niños,

Antes de responder, Alastor intercambió miradas con su padre y con Arioch, el cual, simplemente asintió para animarlo a continuar.―Porque esa condena será cumplida bajo mi estricta vigilancia ―respondió Alastor ―Ya sea aquí, o en Arcadia, yo vigilaré a mi tío y me aseguraré de que cumpla con su deber como tío más que como consejero ―explicó clavando sus ojos en Arioch, quien inclinó su cabeza con respeto―No les pedimos que olviden ―intervino Iva ―Pero sí les pedimos que escuchen, que miren más allá de lo que todos creímos saber ―pidió mientras que caminaba en dirección a Alastor―Les pido que, antes de juzgar mi criterio, primero escuchen la historia completa y no se queden con una sola versión ―pidió Alastor con la voz ligeramente temblorosa ―Ese fue mi error hace años y me costó muchísimas cosas ―agregó al mirar a su familia biológica ―Les suplico, que no cometan mis mismos errores ――Usted… ¿Nos contará todo lo que pasó en Arcadia estas últimas semanas? ―preguntó un joven―Esta m

Emocionados por tener a sus antiguos líderes de regreso, los lobos de Loto de Luna aullaron con alegría, dándoles la cálida bienvenida que los caracterizaba.―De verdad se reconcilió con todos ―le dijo Jeffry a Alastor, quien soltó una suave risa antes de asentir―Así es Jeff, con decirte que mis abuelos Philip y Claire Nicolaou también querían venir ―― ¿Más reyes? ―balbuceó un joven― ¡Por Selene! ――Y precisamente por eso les dije que lo dejaríamos para otra ocasión ―rió Alastor divertido antes de besar la sien de su compañera ―Continuando con las presentaciones… ¿Gerard? ―Ante la mención de su nombre, el hechicero salió de entre la pequeña multitud que había abandonado el autobús. Sin dudar, el joven realizó una profunda reverencia.―Todos aquí ya conocen a este joven hechicero ―comenzó a hablar Alastor ―Vino desde Armería hasta Loto de Luna para ayudar a Anna y a Dante con su misión. Durante su estadía, muchas cosas sucedieron, entre ellas, la más relevante para nosotros, fue el

Tras recibir a la familia alfa y a todos sus invitados, los miembros de Loto de Luna se apresuraron a preparar lo necesario para el banquete de aquella noche.Sorprendiendo a todos, Alastor ordenó que todo se preparara en la cabaña del lago, pues el banquete de bienvenida también incluiría a los lobos de Luna Azul.Debido a que debían organizar a su manada, Dante y Lysander dejaron Loto de Luna y corrieron de regreso a su territorio, aunque el alfa lo hizo de mala gana, pues el joven deseaba pasar tiempo a solas con su compañera.Anna, aunque deseosa por pasar tiempo con su familia y amigos humanos, se concentró en los deberes que su padre le había asignado, entre ellos, el encargarse de asignar hogares temporales a los nuevos miembros.Empezó por ofrecerles una habitación en la casa alfa a Sandrine y a John. Y es que la joven omega, había insistido en continuar con sus labores como dama de compañía. Debido a ello, tanto Anna como Alastor optaron por dejarlos vivir con ellos hasta que

Más tarde aquella noche, la cabaña neutra se llenó de vida. El exterior, vibraba alegremente con la música que Rafael había seleccionado para la ocasión.En las mesas, que se habían colocado incluso cerca del lago, los lobos de las dos manadas charlaban y reían despreocupadamente en completa armonía, como si nunca hubiesen pertenecido a dos manadas distintas.En cuanto a los cachorros, ninguno tenía reparo en seguir al líder más joven. Obedeciendo las indicaciones de Ares, los niños de ambas manadas correteaban felizmente entre las mesas, mientras que otros, se escondían entre risas bajo los manteles.La mesa más abarrotada, era la de Keren, Zeth, Duncan y Noa, quienes, al parecer, atraían a los niños como abejas a la miel. Debido aquello, Noa no paraba de molestar a la pareja, preguntándoles cuándo se pondrían a hacer cachorritos propios.Zeth respondía que apenas su manada estuviese de pie. Keren, por su parte, hacía de oídos sordos y jugaba con los cachorros que se escondían bajo s